jueves, 27 de diciembre de 2012

Al lío I


Ahí estaba. Yo mirándole con disimulo mientras él hablaba con unas amigas. Por fin coincidíamos tras la fiesta de cumpleaños celebrada hace dos semanas, y esta vez mi intención era poder acercarme algo más. O por lo menos, algo. Aunque sinceramente, no parecía que mis intenciones fueran a dar frutos. Él no mostraba mucho interés.


Acababa de llegar a la casa, donde todos hablaban, bebían y escuchaban música. Solo era el principio de la noche, y el objetivo era "entonarse" un poco antes de entrar a algún local donde obviamente la bebida es más cara. Vi como no solo yo le miraba, también algunas de las otras chicas que estaban por allí. Le sonreían y bromeaban tratando de captar su atención. No sabía qué hacer. Si me acercaba para hablar, tal vez sería muy descarado, pero si no lograba apartarle un poco, estaba claro que no tendría ninguna posibilidad. Más que nada, porque ni él mismo se daría cuenta de lo mucho que me gustaba.

Tras una hora de titubeos y risas tontas con mis amigas, decidí probar suerte: me acerqué y le ofrecí de mi copa:

- Oh gracias! no suelo beber, pero le echaré un trago. Espero que no seas de esas personas que le gusta cargar la bebida jeje
- No tranquilo, está flojo. ¿Desde cuándo no bebes? En la pasada fiesta tomaste cerveza con nosotros!!
- Tienes razón. Realmente, trato de no beber alcoholes fuertes, destilados quiero decir. Pero cerveza o alguna sangría sí me tomo de vez en cuando. Más o menos llevo 6 meses de esta manera. A ver cuánto aguanto jeje
- A mí me encanta beber. Quiero decir, no soy una alcohólica jeje pero sí me gusta tomarme algún ron cuando salgo de fiesta.
- No lo dudo ;)

A continuación se fue al baño. Me quedé allí pensando qué tal mi primer acercamiento. Menuda gilipollez decirle que me gusta beber, justo a un tío que no toma cubatas cuando sale de fiesta. Empezamos bien...

Volví con mis amigas. No pudieron evitar echarme una sonrisa. En general no me cuesta hablar con chicos, pero cuando hay uno que me gusta...puff me pongo nerviosa y se me nota mucho. Y más, si no solo es a mí que me gusta, sino a varias de las que allí estábamos. Me siento intimidada. Me recuerda a aquellos programas donde cada concursante tiene su turno para probar suerte, y los adversarios le miran esperando que falle. Todos queremos participar y ganar el premio, pero el miedo a perder delante de los demás resulta superior a veces.

Por otro lado, mis amigas me comentaron como uno de sus amigos no paraba de echarme el ojo, especialmente cuando estaba hablando con David (así se llamaba "mi" chico). Miré al amigo, y nada de nada. Tenía las mismas posibilidades conmigo, que las que yo creía tener con David. Pero así es la vida, todos queremos lo que no podemos tener.

Volvió David del baño, justo cuando su grupo de amigos se acercó a nosotras. Ya nos conocíamos de la universidad, así que no fue la típica embestida de las discotecas, cuando un grupo de tíos te acorralan para ligar contigo. En esas situaciones no sé si piensan que el hecho de qué nos rodeen nos da morbo, si lo aprendieron en la National Geographic o qué, pero la verdad que resulta ridículo, y a veces asusta. Nada mejor que acercarse solo (máximo con un amigo o dos, siempre un número inferior al grupo de chicas que vayas a hablar) para ligar con una chica. Al menos esa es mi opinión.

Retomando lo anterior, los chicos se acercaron y estuvimos hablando y riendo durante un rato. Mi amiga Sheila fue la que más palabras lograba sacarle a David. No es que el chaval fuera soso, (por dios, era encantador!!), pero el hecho de estar con gente con la que normalmente no sale puede que le cortase un poco. Para eso estaba la cabrona de Sheila (lo digo en el buen sentido) que tiene un don de palabra que no os podéis ni imaginar.

De ahí, que ponen merengue y la gente se pone a bailar. Cada uno a su manera, pero fijate por donde que al David este le encantan los ritmos latinos, y bailaba que no veas. Cuando todas vimos moverse como se movía imaginad cuál fue nuestra actitud: ahora entiendo porque las leonas son las que cazan y los leones los que esperan, somos mucho más agresivas cuando se trata de ... El caso, que una chica le agarro y se pusieron a bailar. Y a mí, por sorpresa, me cogió su amigo. "Joder" pensé.

Pero lo mejor vino cuando el chaval me pega a él, y noto un ligero bulto en su entrepierna, mezclado con el olor a whiskey que "emanaba" de su boca al hablarme. "De puta madre".

sábado, 22 de diciembre de 2012

Recuerdos y botellones



Justo hoy se cumple un año de mi vuelta a España tras mi estancia de 5 meses y medio en Brasil. La mañana del 22 de diciembre me despedía entre lagrimas de una de las chicas que más me ha marcado en mi vida, y me dirigía hacia el aeropuerto para finalizar mi experiencia "gringa".

Un día antes había llegado de Salvador de Bahía. Fue el destino final de un viaje de 18 días que comenzó en el selva amazónica. Otra cicatriz dulce en mi vida.

Dos meses después partí hacia Barcelona para vivir otra estancia como estudiante de intercambio. Allí, a pesar de las dificultades que tuve con la gente de la universidad, aproveche el tiempo asistiendo a clases de percusión afrobrasileña, continuándo con la capoeira, y haciendo dos voluntariados: uno con un adolescente gitano en riesgo de exclusión; y un segundo con adolescentes africanos llegados solos a nuestros país, y también en riesgo de exclusión.

En Agosto, me fui solo a La Palma, para recorrermela andando y reencontrarme conmigo mismo tras dos años fuera de casa. Otro viaje increíble, que ando describiendo en este blog poco a poco.

Ayer, mientras estaba en una rave con amigos de mi universidad madrileña, pensaba en todo esto. Recuerdos oportunos, ya que no solo se cumplía el aniversario de mi vuelta a España, sino que hace dos semanas fue también mi cumpleaños. Recuerdos y más recuerdos que te hacen ver el paso del tiempo, y los cambios que le siguieron.

Mientras recordaba veía a la gente de la rave ponerse hasta el culo de pastillas, alcohol, porros... Hasta mis propios amigos, que nunca antes había visto de esa manera, andaban con LSD y borrachos. Imaginaos lo que es para alguien, que ni siquiera toma mucho alcohol, encontrarse en un ambiente así. Ni siquiera podía bailar aquella música, repetitiva y dura todo el rato.


Recordé los años, antes de salir de casa, en los que me encantaba salir "a darlo todo", emborrachandome y quedándome toda la noche de fiesta. Salía jueves, viernes y sábado. Acababa con el cuerpo reventado el domingo.

Tras salir de mi casa como estudiante de intercambio, cambié totalmente de chip. Ayer, cuando veía a chicos y chicas bailando de manera desordenada y con una sonrisa en la cara, me veía a mí hace unos años, cuando salir por Madrid se convertía en un lugar de risas, luces y diversión excedida. En cambio ahora, veo borrachos, vómitos, peleas, y una búsqueda por el sexo opuesto denigrante en algunos casos.

No sé cuando me cambié las gafas que ven la realidad, pero esta claro, que mi realidad ha cambiado. Y no puedo volver atrás. Lo que antes me divertía, ya no lo hace, por mucho que quiera "adaptarme" de nuevo, o "disfrutar" de los ambientes por los que mis amigos salen.

Cuando llegué a casa, a eso de las 8h, no pude más que quedarme dormido hasta las 16h. Toda la mañana desaprovechada. Me perdí el desayuno, la luz del sol, el café de mediodía, y cocinar para el almuerzo. Gané cansancio y frustración.

Me pregunté si estaba haciendo las cosas como debería. No liga mucho, o nada, la postura aventurera que he tomado durante los dos últimos años, con mi comportamiento una vez he vuelto. O aquellos viajes fueron para demostrar algo que no era, o salir por botellones y raves obedece a la presión social y al complejo de hacer lo que mis amigos hacen, para seguir dentro del grupo y no quedarme solo.

....Nuevamente recordé aquellos viajes y experiencias. Fuí muy feliz. Y eso, lo dice todo.

Esta noche llegan mis padres de las islas, y pienso abrazarles y decirles lo mucho que les quiero. Pienso disfrutar con ellos las navidades. Pienso disfrutar de mis amigos también, pero de la manera más sincera. Se acabó eso de hacer aquello que no me gusta, solo por complacer a mis miedos y complejos sociales. 

domingo, 9 de diciembre de 2012

Feliz cumpleaños






Recientemente fue mi cumpleaños. No me puedo quejar, menudo fin de semana de fiesta me he pegado, pero la verdad que este año más que nunca, me he acordado de la gente que he echado en falta. Tal vez debido a que mis dos últimos cumpleaños fueron lejos de casa, esperaba que al volver, estaría acompañado por los de siempre. Pero parece que las cosas no funcionan así. Echo mucho de menos a aquellos que no están conmigo. No solo fue su falta en las celebraciones es lo que me hace añorarles. Echo en falta sus gestos, sus palabras... nuestro día a día. Al mismo tiempo, sorprende como a la vez que "pierdo" gente por el camino, van apareciendo otros... Ojalá pudiera quedarme para siempre con todas las personas buenas que se cruzaron en mi vida.

Encontré una poesía en un blog amigo, y la verdad que parecía estar escrita para mí. La he modificado un poco (la versión original la podéis encontrar abajo), a un modo más personal. Espero os guste.

"En aquellos años cuando las chicas te ponían colorado y los amigos eran para siempre.


Cuando la inocencia era el camino invisible que guiaba la conducta.


Cuando los dolores del alma producían retortijones en el estómago.


Cuando el tiempo únicamente existía en los relojes.


En aquellos años feroces, llenos de gritos, pero también de llantos silenciosos.


Cuando la vida era una montaña rusa y la muerte solo un sueño.


Cuando nada era cierto porque nada estaba claro.


Cuando la frustración y el desencanto te miraban desde el espejo.


Cuando tan solo era un proyecto de lo que ahora soy.


Cuando el máximo anhelo era la huida.


Cuando no sabía lo que quería, pero sí lo que no quería.


Cuando el mejor refugio era meter la cabeza bajo la almohada.


En aquellos años en lo que todo era una mierda pero cuando más risas me eché.


En aquellos maravillosos años en los que estaba tan perdido como lo sigo estando ahora.


A ti, mi niñez, mi adolescencia, mi pasado, que vuelves en la distancia para ser recordado una vez más..."


Gracias a todos los que están a mi lado. Bienvenidos a los que llegan con fuerza. Y un abrazo fuerte a aquellos que marcharon.

Ps. Versión original: http://inopiamientos.blogspot.com.es/2012/12/ayer.html


lunes, 3 de diciembre de 2012

La Palma X. Sendero Marcos y Cordero

Foto del sendero Marcos y Cordero. Fuente: www.fotospepelapalma.blogspot.com
15-Agosto: 

Primera mañana tras recorrer la La Palma circularmente. Comenzaba la segunda fase: me esperaban dos días de senderos fuera de circuito, pero muy populares. Me propuse comenzar por la ruta de los nacientes Marcos y Cordero, dormir a la intemperie, y bajar al día siguiente por el bosque de Los Tilos hasta la playa de Nogales.

Tanto pensar durante el desayuno, perdí el bus, y no pude cogerlo hasta 1h y media más tarde... bajé del bus a las 13h: perfecto para comenzar una ruta dura (sarcasmo). Además de mí, vi bajar del bus a una chica. Era muy blanca, se cubría la cara con una grandes gafas de sol, mucha crema protectora, y una toalla por la espalda para taparle los hombros. Llevaba colgada una mochilita tipo bolsa en la espalda, y en cada mano una botellita de agua. En los pies, unas chancletas... "Madre mía" pensé, "esta no va a durar nada".

Comenzamos a hablar, y aunque sin ella hubiera podido ir más rápido, evitando el calor de mediodía, la verdad que me apetecía caminar con alguien después de tantos días de ruta solo. No hacía falta ser un adivino para notar que la chica no acostumbraba a moverse por el campo, y mucho menos a realizar rutas de senderismo duras, como la que nos tocaba esa jornada. Ella misma lo reconoció. Me sorprendía que se hubiera decidido entonces a aventurarse sola a hacer este tipo de cosas.

Tras 30 minutos de ascenso, ni siquiera habíamos llegado al punto de inicio del sendero Marcos y Cordero. Ella, sofocada, tiraba de sus piernas lo más que podía, pero se percibía el temblor de estas a cada paso. Yo la esperaba a cada tramo, empezando a impacientarme, al mismo tiempo que mi preocupación por ella aumentaba. No solo veía que la chica no podría realizar la ruta que se proponía, sino, que en caso de hacerla, no creo que fuera capaz de regresar sola.

A la hora, me grita desde abajo "No puedo más!!me voy al camino por donde pasan los coches de apoyo a ver si alguno me recoge". Asentí, la desee buena suerte, y tiré para adelante.

A las 15h llegué al punto de inicio de Marcos y Cordero. Comí, y recordaba con gracia la testarudez de la inglesa. Cuando me disponía a iniciar la ruta, me la encuentro subiendo, casi de rodillas, por la pista donde se suponía traían y llevaban a los turistas los taxis y coches de apoyo.

"Pero qué haces aquí tía??!!", "no venía ningún coche y he seguido subiendo". No me lo podía creer. La felicité una vez más, y me coloqué la mochila para comenzar a andar. En ese momento me dice, "Creo que me voy a unir a ti. Si estuviera sola no lo haría, pero con alguien me siento más fuerte". Joder, la que me ha caído, pensé.

La ruta en sí no era difícil, tan solo que era estrecha, y había que atravesar túneles por donde caían gotas de agua. Pero la chica ya me empezaba a molestar caminando con tanto esfuerzo, hablando de todo como si fuera una gurú, y retrasándome por cada túnel que teníamos que pasar por culpa de su miedo a la oscuridad. Una ruta que podía haber hecho en 3 horas, me estaba costando todo el día. Pero seguí empeñado en mi plan de acabar fuese como fuese, dormir a la intemperie, y bajar al día siguiente por el lado extremo, donde estaba el bosque de laurisilva Los Tilos. Sin embargo, parece que el plan de la chica era bien distinto.

Cuando llegamos al punto final, eran las 19h. Atardecía, calculaba quedaba poco más de una hora para anochecer. Y mis miedos llegaron al presente: tras decirle a mi acompañante que mi plan continuaba siendo dormir allí, me miró y dijo "Yo tengo que volver, no puedo dormir aquí. Por favor, acompañame camino de vuelta, no me atrevo a hacerlo sola".... No podía negarme, si lo hacía, me hubiera sentido mal toda la noche. Aunque hubiera sido lo justo.

De mala gana comenzamos a bajar por el bosque de Los Tilos. Eran las 19,30h, la oscuridad llegaba, a su vez la probabilidad de tener un accidente/caída, y no quedaba nadie por allí...

sábado, 24 de noviembre de 2012

Pamplona

Imagen de la ciudadela en Pamplona. Fuente: www.pamplona.es

Ayer pasé el día en Pamplona.

Solo pude aprovechar dos horas del día, puesto que al llegar la noche anterior, fui directo al albergue donde había reservado cama, y por la mañana estuve ocupado por motivos de "trabajo" (quiero decir, prácticas de empresa no remuneradas xD). Fue a la hora de comer cuando quedé libre para visitar la ciudad.

En dos horas apenas me dio para pasear por la ciudadela y comer en el centro. Pero me dio que pensar. Una ciudad noble, esta Pamplona.

Se respiraba ambiente de ciudad elegante, educada, muy del norte. No había ruido en sus calles, a pesar de la ida y venida de coches y personas. No había grandes risas ni aspavientos en sus bares, pese a estar en pleno almuerzo gran parte de los trabajadores. No había olores fuertes. No había nada en exceso. Tampoco faltaba nada.

Daba la sensación de estar todo en su lugar. Todo era correcto. Todos eran correctos.

Trato de no tener prejuicios regionales, pero reconozco que al igual que la gente del sur me parece muy "viva" y enérgica, la gente del norte siempre me pareció tranquila y noble. No sé como explicar este último adjetivo.

Uno se da cuenta en el trato que te dan, en la manera que tienen de hablarte, en su manera de moverse, y hasta en ciertos comportamientos. Parece que nacen con las normas de cortesía bajo el brazo. Y a cada momento, sin ellos decir nada, te das cuenta que no puedes imitarlos. A ti te falta esa cortesía nata. Esa apacibilidad noble.

Tal vez ese sea su pecado. Tanta cortesía, y mesura, puede que llegué a resultar un ambiente aburrido. O al menos así me comentan algunos amigos de allí. Envidian el ajetreo del sur.

No sé, el caso es que uno al pasear por sus parques y calles, se siente bien. Una mezcla de sosiego y cariño, que te hace sentirte acompasado con el presente, a la vez que consigues un silencio interior, que ya tenías olvidados. Qué nostalgia de ambas cosas.

Retengo la noche de mi llegada, cuando comencé a percibir estas sensaciones. Desde la estación de autobús iba caminando al albergue, cuando decidí cenar algo en un bar. La cafetería donde entré no tenía nada de especial. Eran las 21,30h y pese a ser noche de Champions League, no había casi nadie. En otros lugares estarían las mesas llenas, con gente tomando cañas, y comentando en alto el partido, pero aquí solo vi un par de mesas con gente mayor, tomando café y hablando en un tono tranquilo. Sí que había hombres en la barra viendo el fútbol (tres, a lo sumo), pero sin ningún tipo de nerviosismo o agitación como he visto otras veces. Tranquilos, se tomaban su vino y hablaban de vez en cuando con el camarero, y a la que terminó el primer tiempo, cada uno se fue a su casa. Quedé allí, solo en la barra, tomando una coca-cola y un sanwich vegetal. A mi espalda un señor tomando café mientras leía el periódico. Y de fondo, sonaba Norah Jones. Un lugar para recordar. Creía estar en la película My Blueberry Nights. El tiempo se había parado, y las preocupaciones parecían estar cansadas de tanto hablar. Comí despacio, y trate de comprender porque todo y todos estaban tan tranquilos. Al final me dí cuenta, que el raro era yo, siempre con prisas y con la mente agitada.

http://www.youtube.com/watch?v=pr3n7ZrLxow

Me di cuenta que la vida es como el respirar. Lo natural es tomar el aire tal y como viene. No aguantarlo en los pulmones, para luego soltarlo entre soplidos y jadeos. Una lástima haber cambiado el orden de las cosas, y vivir entre carreras y pisotones.   

viernes, 16 de noviembre de 2012

IX. De vuelta a Sta. Cruz

Campo devastado por el incendio que sacudió La Palma en Agosto-2012

13- Agosto:

Fue la primera noche que pasé "completamente al raso". Quiero decir, si hasta el momento, dormía metido en el saco, reposando encima de la asterilla, esa noche el saco me lo puse de almohada: me dormí con la ropa puesta (la que tenía reservada para la noche y no para caminar) sobre el aislante. Nada más. Al principio he de reconocer que me costó. Me daba miedo dormir "desprotegido" de mi querido saco, pero al final me di cuenta que era un miedo inútil, propio de mi educación urbana... Seamos claro, un pinar en La Palma no es la selva amazónica; nada era peligroso allí. Dormí como los ángeles.

La jornada no resultó nada dura, pues era corta y llana. Sin embargo fue algo triste, ya que tuve que pasar por las zonas que se habían quemado durante el incendio que se inició justo al yo llegar a la isla. Si un incendio ya es una catástrofe de por sí, imaginaos en lugares donde se vive de la agricultura y ahora comienza a potenciarse el turismo rural: afecta negativamente en todo. Afortunadamente, en Canarias existe una especie de pino, el pino canario, que tiene la capacidad de recuperar pronto la población una vez ha sucedido un incendio (de hecho, ha comenzado a exportarse a países como EEUU). Otro punto positivo del incendio, siento decirlo, es que servirá para dar un toque de atención a las autoridades y sociedad: es un deber cuidar el medio ambiente por respeto y las consecuencias que nos acarrea. No me pareció normal, ver fincas donde la maleza y hierbajos creciesen a sus anchas por abandono/irresponsabilidad del propietario/administración, ni que pudiera verse basura (entre ellos cristales, fuente de muchos incendios) en muchos parajes.

Llegué a Villa de Mazo cerca de las 13h, tras 4,30h de caminata. Allí espere a Cristina y Pablo, unos amigos de Paula, que iban a hospedarme en su casa por esa noche. Volver a la civilización tras 7 días lavándome en la playa, comiendo latas, y durmiendo al raso, me pareció maravilloso xD Además, ambos eran muy simpáticos, tratando en cada momento que me sintiera lo más cómodo posible. Me cocinaron, y luego me llevaron a una cala preciosa de Fuencaliente (justo la ciudad de la que había venido). Por la noche nos acercamos a Santa Cruz, comimos unas cachapas venezolanas, y tomamos unas cervezas con todo el grupo: Paula, Cristina, Pablo, y amig@s de ellos. A pesar de mi insistencia, creo que casi me invitaron a todo... Muy buenos anfitriones.

Volviendo a casa, me prepararon el sofá-cama del salón. No sé como se dormirá en una suite, pero aquello fue la ostia.

14- Agosto:

Me levanté con cierto sueño, sobre las 8,30h, y es que me había acostado a las 2h esa noche habiendo acostumbrado al cuerpo durante 7 días a dormir cuando caía el sol: a las 21h. Mismo daba, todo bien. Esa sería mi última etapa de mi primera fase en La Palma: rodearla por el camino real de la costa, el GR130. Solo tenía que caminar un par de horas hasta Santa Cruz... Solo eso... Sin embargo, y como ya me habían previsto Cristina y Pablo, las indicaciones del camino desaparecieron, y me perdí. Un trayecto que normalmente se hubiera podido hacer en 2 horas, tardé en hacerlo 3,30h. Una impotencia encima que no os podéis ni imaginar... Llegué a casa de Paula, quién la noche anterior me había colocado las llaves en un lugar seguro, y por supuesto, me había invitado a pasar la noche allí. Descansé casi todo el día. Leí, lavé la ropa, y miré los mapas de las siguientes rutas: la ruta del Cubo de la Galga, y la ruta del Bosque de los Tilos junto con los nacientes de Marcos y Cordero.

Por la tarde-noche cuando Paula llegó, hablamos de mis días a la intemperie (ella creía que no iba a durar ni dos días xD), de anécdotas que nos habían ocurrido durante la semana, y por último, hablamos de político. 15M a muerte!! jeje

Su hijo pequeño y yo dormimos de nuevo en la litera. Él abajo, yo arriba... Como un bebé, no digo más.

lunes, 29 de octubre de 2012

La Palma VIII. Los Llanos de Aridane y Fuencaliente

Faro y salinas de Fuencaliente (La Palma). Fuente: www.sobrecanarias.com

11- Agosto:

Dormí bien, exceptuando por el ruido de una barbacoa que celebraban en una de las chozas que lindaban la pared del barranco (pequeñas cabañas de veraneo propiedad de familias de la zona), y por los mosquitos. Aquel sommier oxidado fue un regalo después de tantos días durmiendo sobre suelo duro. Me encontraba fuerte al caminar. La etapa, aún siendo larga, me la hice rápido y cómodo (5 horas solo). Al llegar a los Llanos de Aridane, compré comida, y en un banco de la calle, encontré lugar para instalar mi restaurante ambulante. Mientras comía, la gente me miraba cual mendigo: comiendo latas de mejillones, despeinado, sin afeitar, pies descalzos con unas botas al lado llenas de tierra y polvo, la camiseta manchada no solo de sudor, sino también de sangre... no les culpó, pero me hacía gracia. Especialmente cuando me sacaba la lengua algún niño y le respondía como el mismo ataque. De repente, se me acercó un tipo medio raro. Me explico: el hombre iba sin camiseta, con la piel pegada a los huesos, sombrero de cowboy, y chancletas made in taiwan. Vino sonriendo preguntandome qué tal estaba, etc. 2 segundos después me preguntó si tenía "alguna pedrilla pa´fuma". Previsible. Le dije que no, y le expliqué un poco mi viaje, para que entendiera como un tipo con mis pintas, no era un tirao de los que él pensaba que era. No le convencí. Me preguntó 20 veces más si de verdad no tenía nada para fumar, a lo que intercalaba relatos de su vida. Que él fumaba pero sin engancharse, que era el mediano de 7 hermanos (no me quedo claro que posición ocupaba), que había sido agricultor y ahora se ocupaba de cuidar a su madre en la casa familiar, que los mercedes no son tan buenos como los BMW.... Le dejé cuando vino un chico joven a pedirle coca, la cuál me había dicho no consumía. Salí de la ciudad para dormir de nuevo a la intemperie. Escogí una zona de viñedos, donde residían muchos alemanes jubilados dedicados ahora a cuidar (o cuidasen) de sus parcelitas. Okupe una de las parcelas donde aún no habían comenzado las obras de la futura casa. Fue una noche muy ventosa, que fortaleció la calima de esos días, y ensució mi cara y pulmones por momentos.

12- Agosto:

Me costó mucho dormir por culpa de la tierra levantada por el viento. Al despertar mi saco estaba rojo de toda la arcilla que esparcida al aire. Recogí y mientras comenzaba a caminar me mentalicé del consumo racionado de agua que ese día debería llevar a cabo, pues era una etapa larga, que en su mayor parte pasaba por zonas volcánicas despobladas donde no podría conseguir nada para beber. El sol pegaba fuerte y la calima impedía aprovechar el aire como los pasados días. Afortunadamente, no había desniveles intensos, ni barrancos que subir o bajar. El plan era quedarme a dormir aquel día en casa de una amiga de Paula, pero al no conseguir contactar con ella, continúe hasta el final de la etapa. Llegué a Fuencaliente, contento de haberle sacado partido a mis 1,5 litros de agua durante las 6 horas que duró la caminata. Era domingo, no podía comprar comida en ningún comercio, y además España jugaba contra EEUU la final de baloncesto en los JJOO: ese día comía en un bar como homenaje personal. Quedaban dos horas todavía para el partido, decidí esperar hasta entonces para entrar en un bar a comer. Pero mientras esperaba fuera, se me acercó un lugareño, típico hombre de bar que sale fuera a echarse un cigarro, y se puso a hablar conmigo. Tuvimos una conversación graciosa, porque el tipo, sin haber caminado en su vida (cosa que él mismo reconoció) infravaloraba el viaje que me estaba pegando a lo largo de la isla. Incluso me dijo de ir lento, y no haber acabado antes de dar la vuelta a la isla. También se alegró mucho de que viniera de Madrid, ciudad que le encantó cuando hizo la mili. Tanto le gustó, que me quiso invitar a una cerveza por ser de Madrid. Acepté encantado. Lo que no preví fue que, como hombre típico de bar, todo lo dejaba fiado al camarero, y este se enfadó con él por pagar mi cerveza pero no pagar su vino. Tanto se enfadó, que le echó del bar. Imaginaos, el pobre hombre fuera del bar, mientras yo me quedaba en el bar tomando la cerveza que él había pagado. Me sentí mal, pero por otra parte, no tenía la culpa. Pensaba haber invitado yo a la siguiente ronda, pero es que no aguantó!! Tras 3 horas en el bar, el balance fue 5€ de dos cocacolas y un bocadillo, añadido a la derrota de España. Me eché unas risas con la gente del bar, especialmente con un rasta (son los mejores ;P) y me fui hasta un pinar para pasar la tarde y la noche, antes de mi penúltima ruta.

sábado, 6 de octubre de 2012

La Palma VII. Tijarafe


Día 10-Agosto:

Vale, he aprendido que dormir en un acantilado no es bueno. No por el peligro de caerte al vacío, ya que tomé mis precauciones y dejé una distancia considerable y bultos de seguridad en el camino, sino por el tremendo viento que hace. No pude dormir apenas, eso sí, disfruté de una noche preciosa. Justo cuando me estaba quedando dormido, amanecía. El día anterior medité quedarme un día más allí, pero el enfado mañanero por la falta de descanso ni lo consideró. Recogí rápido y me fui.

La jornada fue bastante mal. No por la dificultad, sino por el calor y de nuevo los extravíos. Era un bajón moral cada vez que no sabías donde tirar, o cuando te dabas cuenta que tenías que retroceder de nuevo.

Acabé entrando en una comuna de hippies (por fin los hippies de los que me habían hablado!!) en Buracas. Una sorpresa agradable en esta jornada tan mala. Eran en su mayor parte alemanes mayores, todos muy afanados en sus tareas: arreglar el huerto, hacer artesanía, preparar café para los turistas, etc. Además, en Buracas hay restos arqueológicos de los benhaoritas (población prehispánica). Me dio agua una mujer con el pelo canoso peinado en rastas. Era muy agradable, y cuando me llevaba hasta la fuente vi a una chica vendiendo objetos artesanos que me dejó hipnotizado. No solo era bellísima, sino que su sonrisa te confesaba como la belleza más radiante es la que sale de dentro, y no la que añadimos desde fuera. A su lado había un chico arreglando una pared con adobe, al mismo tiempo que se fumaba un porro y escuchaba a Bob Marley. Me dejó encantado aquel ambiente y salí mucho más animado de allí.

Al rato me volví a perder, y me senté en una sombra cerca de la carretera. No podía más. Ni físicamente ni psicológicamente. Reflexione un rato, hice las paces conmigo y con el camino, y me levanté de nuevo: solo los fuertes sobreviven. A los 10min aparece un coche, y cuando le paro para preguntar el camino a seguir, resulta que es el chico de la comuna que arreglaba la pared y me invito a subir al coche. Bendito karma :)

En el coche encontré, un rottweiler manso babeándome en el hombro, suciedad por todos lados (incluido el conductor) y olor a cannabis como ambientador. Hablamos de todo un poco: de la comuna hippie (de la que él no formaba parte), de la crisis del plátano, opciones de futuro... Pasamos Puntagorda hasta llegar a Tijarafe. Allí me dejó, y tras comer en una plaza un par de latas, y cargar el móvil en un bar, me puse de nuevo en camino para buscar el sitio donde pasar la noche.

Comencé por seguir la Ruta del día siguiente, y al cabo de un rato vi un cartel que indicaba otra ruta, local, hacia una playa. Me pareció buena idea y avancé por ella. Al cabo de hora y media de camino tortuoso y en pendiente llegué a la desembocadura de un barranco, que allí llamaban playa: la Playa del Jurado. Estaba casi atardeciendo y me dí un baño aprovechando esas últimas luces. Algunas personas que allí andaban charlando y fumando me miraban extrañados, imaginando quién sería ese chico, venido de no sé dónde, y acompañado de mí mismo y una mochila de viaje. Hablé con ellos, y se sorprendieron de lo qué estaba haciendo. Incluso me preguntaron si había salido en tv. Pero no, luego confirmó uno de los asistentes que el qué había salido en la tv hace unos días era un hombre que, como yo, estaba dando la vuelta a la isla, pero en barco (así mejor, pensé).

La gente que allí había eran personas que veraneaban en las casitas construidas en las paredes del barranco. Yo me quedé en lo que parecía una casa donde se encontraban todas las llaves de luz y de agua de las demás casitas. Encontré un somier oxidado, pero capaz de mantenerse en pie. Coloqué la esterilla encima, y sin saco ni nada, me puse a dormir encima.

miércoles, 3 de octubre de 2012

La Palma V. Santo Domingo de Garafía

Playa de Santo Domingo de Garafía. Fuente: www.la-palma-kanary.com.pl

Día 9-Agosto:

Con la primera luz del alba, desperté, y sin concederle tiempo a la pereza me preparé rápido, ese día iba a ser duro. Me faltaba comida, tampoco quedaba mucho agua en la botella, y faltaban barrancos que cruzar. Sin embargo, mi moral y actitud se habían vuelto más positivas y calmadas con el paso de los días, y eso hizo que no sufriera tanto durante la jornada.
Atravesé bosques preciosos, tramos muy áridos con alguna que otra casa aislada y rebaños de cabras que me miraban con suspicacia.

Por fin llegué a Santo Domingo de Garafía, y allí compré comida para varios días, y un pastel como regalo personal. Al colgarme la mochila, noté como el hambre me había jugado una mala pasada comprando tanto. Tras salir de la tienda, siendo las 14h, decidí encontrar el lugar donde comer y pasar lo que quedaba de día. Me indicaron que bajará a "la playa". 5km con una inclinación cercana a los 60º de camino... Llegué a unos acantilados muerto de cansancio y calor, pero llegué. Allí encontré casetas construidas por los aborígenes de la isla, anteriores a los conquistadores españoles, que habían sido remodeladas por pescadores y habitantes del lugar con el paso del tiempo. Las vistas eran maravillosas, con el mar de varios azules debido a las diferentes profundidades y vegetación del lecho marino. Me recordaba a las películas de piratas y corsarios. Tras comer y descansar un poco en un resquicio del acantilado, bajé hasta una piscina natural. Más que una piscina natural, parecía un escondite de sirenas para escapar de las olas en tiempos de tormenta. Algas submarinas, peces de colores, y una poza en el centro que invitaba a tirarte de cabeza cada dos por tres, eso era lo que allí encontrabas. Y para qué quería más!!. Volví a "mi sitio" e inspeccione el lugar para decidir donde dormiría llegada la noche. Observé que la mayor parte de cabañas estaban abandonadas, y a su vez, habían sido usadas como vertederos y baños imprevistos. De ellas brotaba un hedor insoportable y basura por todos lados. Una auténtica pena. Las cabañas ocupadas pertenecían a gente que las usaba como lugar de veraneo. tenían agua y luz que ellos mismos habían traído desde el pueblo con cables y tuberías. Me sorprendió un hombre, que vivía allí todo el año. De unos 40 años se le veía reservado y un poco gruñón. Vivía con dos perrillos que no dejaban de ladrar a todo extraño. Me pregunté si a pesar del esplendido paisaje y la pesca que allí pudiera encontrar, no se vería privado de necesidades sociales y humanas. Me pasé la tarde leyendo, viendo a los pescadores submarinos bucear, y dejándome observar por unas niñas que estaban veraneando en una de las cabañas con sus abuelos. Creo que tuvieron que flipar al verme llegar con mis pintas, y luego al verme mis preparativos para pasar la noche al borde del precipicio.

jueves, 20 de septiembre de 2012

La Palma IV. El Tablado



7- Agosto:

Los rayos de sol y la marea fueron la alarma del despertador. Un despertar suave, cómodo. Nada que ver a mi rutina urbana. Sin embargo, esa vez me preparé rápido: no quería que me pillase el toro de nuevo. Estaba cansado de la tremenda caminata anterior, y quería terminar pronto la etapa que me tocaba ese día. El comienzo, la subida de Las Piscinas de la Fajana hasta Barlovento fue duro: casi 2 horas de ascensión, además de perderme un par de veces gracias a las típicas indicaciones "muchacho, vas para allá y luego subes por allí". Pero ese día me encontraba fuerte. Anímicamente quiero decir. A pesar de las contracturas en la espalda, y de perderme cada 2 por tres, estaba feliz. Me sentía tremendamente libre. La ruta atravesaba paisajes maravillosos. De vez en cuando llamaba a las puertas de alguna casa para que me dieran agua, y continuaba por los senderos. Muchas veces me tocó preguntar a la intuición cuál senda tomar, y es que como en la vida, durante la jornada se me presentaban opciones, sin ninguna pista por la que decantarme objetivamente. Tras 4,30h de viaje, llegué a El Tablado. Una aldea pequeña en norte de La Palma, justo en el medio, ya que en la punta del nordeste se encuentra Barlovento, y en la punta del noroeste se halla Santo Domingo de Garafía. Era una aldea muy pequeña, y fue allí donde conocí a una anciana entrañable. Al preguntarla por donde continuaba el camino, no solo me indicó amablemente, sino que me dio agua, fruta y sus bendiciones. No sé por qué, no me olvidaré de ella. Justo al doblar la esquina, saliendo de la aldea, vi una casa abandonada que me "llamaba". Se convirtió en mi hostel. No sé, me daba buena química, y el paisaje que desde allí tenía era espectacular. Hablé con mis padres por teléfono y me disculpé por haber estado tan irascible los días anteriores. Pensé un poco sobre mi vida. Las cosas que he de aceptar ocurran, y tratar de llevarlas lo mejor posible. Me relajé. Más tarde, eche el aislante y el saco de dormir al suelo de la terraza. Eran las 20h, y la caída del sol me aconsejaba dormir. Si os preguntáis por qué no quise dormir dentro de la casa, os diré que por respeto. Tenía claro, que en una casa abandonada de la cuál no conozco su historia, no debía dormir dentro. Puede que también sea algo supersticioso, he de reconocerlo.

8- Agosto:

Desperté con la clara convicción de no caminar. Me tomaría el día libre. Haciendo cuentas de los días que iba a pasar en La Palma, me sobraban días para caminar todas las rutas que quería, y además el cuerpo me pedía tiempo muerto. Me pasé el día leyendo, pensando y hasta di una vuelta por el pueblo y las inmediaciones del Camino. No paraba de recordar aquellas comunas hippies de las que me habían hablado en Sta Cruz, podía encontrarme por el norte. Mientras Paula me contó que eran gente muy maja, generalmente alemanes jubilados, que vivían en cuevas y trabajaban con artesanía, agricultura y pesca, una amiga suya me había avisado que muchos de ellos estaban locos y hasta hacían rituales de magia negra. Tenía una especie de curiosidad miedosa por encontrarlos, ya que hasta el momento no vi a nadie. Pregunté a la gente de El Tablado, pero ellos no sabían nada... Al final del día, conocí a una pareja: una chica de barcelona y su compañero, de Alemania, que también estaban caminando por la isla. Sin embargo se notaba que no viajaban en "mi mismo rollo". Por lo que me dijeron, iban cargadisimos de equipaje, y muchas veces cogían buses o hacían autostop. Los dos tenían una estética muy rara: él llevaba en el tabique de la nariz 4 piercing, y unos dilatadores enormes; su cabeza estaba rapada entera, menos la parte delantera en la que tenía un par de rastas muy descuidadas; ella tenía rapada media cabeza, y la otra con el pelo largo; en su ropa veías todo tipo de colores, y ambos llevaban los pies más negros que el betún. Me preguntaron si estaba okupando la casa y si había tenido problemas con las ratas. A ambas cosas les dije que no. Me explicaron que ellos si habían tenido problemas con las ratas en el barranco donde estaban acampando, hasta el punto que tenían que subir la comida a los arboles. Me extrañó, porque yo ni siquiera había visto una. Imagino que tal vez eran un poco sucios y habían dejado materia orgánica alrededor de su zona de acampada, además de situarse en un lugar bajo donde todas las alimañas salen por la noche. Eran unos personajes muy graciosos la verdad. Especialmente el alemán que de poco se enteraba pero le ponía unas ganas que no veas. Me despedí de ellos, y mientras me preparaba para dormir, me di cuenta de la poca comida que me quedaba. Al día siguiente no solo tendría que preocuparme por los hippies del vudú, sino por conseguir algo de comer.

lunes, 17 de septiembre de 2012

La Palma III. Primeras jornadas:de Sta Cruz a Barlovento

Puente entre San Andrés y Los Sauces. Fuente:  educacionfisicarivero5.blogspot.com

5 de agosto:

Tras escuchar como Paula deja la casa para irse a trabajar, a eso de las 7h, me levanto y me preparo. Hoy será mi primer día de camino por la ruta 130- Camino Real de la Costa. Salgo de Sta Cruz con la mochila cargada y fuerte de ánimos, pero a los 40 minutos ya intuyo que me he perdido. A falta de sendero sigo por la carretera, y al preguntar por el Camino, me mandan por una pista de unos 75º de inclinación ascendente. Subo cagándome en el peso de la mochila, en la falta de indicaciones, y más tarde cuando descubro que había un atajo mucho más sencillo por el que llegar al Camino, me cago también en las indicaciones del gasolinero. Continuo, y cada dos por tres tengo que preguntar a la gente si voy por el camino correcto. Los carteles de referencia brillan por su ausencia. Al cabo de 3 horas llego al destino teórico de la primera etapa: Puntallana. Comienza la búsqueda por un lugar donde dormir. Bajo en dirección a la playa Nogales, la cuál me aconsejan por estar cerca y ser bonita (más tarde supe que era una de las más peligrosas, habiéndose cobrado sus corrientes submarinas más de una vida). A los 20 minutos confirmo que la gente que usa el coche más que los pies, son justo aquellos a los que suelo preguntar, ya que la playa se encuentra a 5km, es decir, alrededor de una hora caminando. Teniendo en cuenta que ya llevaba 3 horas caminando, hacía mucho calor, y era mi primer día, está claro que no era "un ratito" como me habían indicado. Así que tras coger un sendero el cual indica hacia el destino de mi segunda etapa, encuentro un merendero de espaldas a la carretera que me parece perfecto para mi primera velada al raso. Me paso toda la tarde pensando y leyendo, y al llegar la noche coloco el aislante sobre una de las mesas del merendero para dormir a cierta altura del suelo (cosa que aprendí en Brasil, y que es totalmente innecesaria en La Palma, pero que queréis, dormir al aire libre al principio asusta xD). El cielo estrellado,a pesar de la luna llena, me duerme por fin.

6 de Agosto:

Me despierto con la luz del amanecer y gotas de rocío. Tranquilamente recojo todo, como algo y leo en la guía de viaje consejos sobre la jornada que me espera (no quiero perderme tanto como el día anterior). Comienzo a andar y empiezo a pensar en buscar un palo que me sirva de apoyo y al mismo tiempo de defensa hacia algún peligro. Nada más pensar esto, salen a mi frente 3 perros vagabundos gruñéndome... Al principio reculo para atrás pero al ver que eso les hace animarse, cojo un par de piedras y comienzo a lanzarselas con más miedo que otra cosa. Funciona. Los perros huyen. 2 segundo más tarde, ya ando con un palo en la mano. Camino por muchas plataneras y pequeñas aldeas. Justo antes de llegar a San Andrés, con ayuda de las confusas indicaciones, me pierdo en zona de plataneras. Estoy sin agua, con un sol de muerte, y nadie por ningún lado por más vueltas que doy. Comienzo a ponerme nervioso tras 30 minutos sin saber donde ando. Al rato veo dos campesinos, los cuales me indican el retorno al Camino, y me dan agua y una papaya. Creo que les di pena. Continuo caminando, ya llevo 2 horas. Me encuentro a ancianas y ancianos quienes me dan agua y me guían por la ruta, la cual a veces se vuelve muy peligrosa, descendiendo y ascendiendo barrancos al limite del precipicio, con la piedra del suelo resbaladiza, y la vegetación impidiéndote ver donde pisas. Finalmente llegué a Los Sauces, objetivo de la segunda etapa. Estaba en un punto siguiente al del cansancio. Comí algo en una sombra. Masticaba muy despacio para hacer creer al estómago que comía mucho, y así engañar al hambre (no podía cargar con mucho peso de comida la mochila porque luego me cansaba más rápido). Tras descansar 45 minutos, de nuevo me preparé para buscar un lugar lejos de la ciudad donde dormir. Con la tontería, me motivé y decidí intentar alejarme todo lo que pudiera de Los Sauces, acercarme lo más posible al ecuador de la siguiente etapa. Y vaya sí lo conseguí, a las 18h llegué a Barlovento. Pero no acabó en tal ciudad la jornada, pues como dije, no quería dormir en núcleos urbanos, prefería el campo o la playa, así pregunté por las Piscinas de la Fajana, y uan vez más me mintieron diciendo "por ahí abajo, en nada llegas". Joder, menos más que estaba cerca y era bajando, tardé hora y media. Sin embargo, a pesar de ser mi peor jornada de toda la ruta, he de reconocer que dormir en aquellas piscinas naturales, mereció la pena. Ver el atardecer desde el banco de piedra que luego se convertió en mi lecho, fue maravilloso.

viernes, 14 de septiembre de 2012

La Palma II. Llegada a Sta Cruz

Plaza de Santa Cruz de La Palma. Fuente: www.turismohispania.com

Día 3- Agosto:

Tras 18h de viaje en barco (ya que hace una parada en Tenerife de nada más y nada menos que 6 p..t.s horas) llego al puerto de Sta Cruz de La Palma. Al despertar veo dos sms de Paula confirmandome mi recogida en el puerto (por fin, biennn!!!). Salgo del barco y espero a que venga. Tras una hora se acerca una chica con una perra pequeña, es ella. Vamos a tomar un café, nos presentamos un poco, etc. Me lleva a su casa: un quinto sin ascensor, sin vecinos en ninguno de los apartamentos colindantes con el suyo. Vive sola con su perrita, y su hijo de 2 años que alterna con ella unos días y otras con su padre (custodia compartida). El piso está un poco desordenado, pero me gusta. Y con ella hay bastante buen rollo. Pasamos el día yendo a la playa y hablando de mi viaje (me ayuda a planificar bien las rutas, y me presta algunos materiales). La encuentro una chica muy extrovertida y autónoma. No paramos de hablar: charlamos de política, de proyectos personales, de consejos que debo tomar durante el viaje, un poco de su historia, un poco de la mía...

Día 4- Agosto:

Despierto temprano ya que esa noche el hijo de Paula se quedó a dormir, y a las 8h como un reloj, se despierta pegando voces. Desayunamos, hablamos otro rato, y nos preparamos. Intento hacerme al niño y a su perra, que aún me miran con cara de intruso (lo que es completamente lógico). Vamos a una playa, que según Paula, es genuina porque solo la conoce ella y poca gente más (creo que intenta hacerme sentir privilegiado xD). Me hace gracia como la pequeña perra aguanta de todo por parte de David (el hijo de dos años de Paula): le tira del rabo, le da golpes en el lomo, le pincha con el dedo en la nariz, le aprieta las orejas, e incluso llegue a verle tratando de meterle los dedos en los ojos!! y la perra nada, ni ladra ni muerde. Aunque se nota que va aprendiendo, porque cada vez que se acerca el niño a ella, se larga. Paula me cuenta técnicas para educar tanto a perros como a niños; graciosa comparación, pienso. Volviendo de la playa, damos el aviso de un incendio (como supe después, e imagino pudisteis algunos de vosotros saber, fue un incendio que duró 4 días, y quemo parte del sureste de La Palma; aunque nada similar a lo que ocurrió en la pobre Gomera). Tras la siesta, Paula "me sugiere" que visite la ciudad por mí cuenta. Y la verdad que me duele, porque hasta ese momento no me había percatado de que igual les estaba resultando un poco pesado a ella y a su hijo. Me voy caminando al pueblo de al lado (Los Cancajos), la zona más turística de la isla junto con Puerto Tazacorte, que se encuentra en el lado opuesto de La Palma. Cuando regreso a casa, sorprendo a Cristina toda arreglada y preparada. Como es sábado, supongo que irá a salir de fiesta con sus amigas aprovechando que esa noche el niño se queda con el padre. Enciendo la tv para ver algo de los JJOO, y al rato me pregunta "¿salimos a cenar o no?", me quedé a cuadros, pues no me esperaba que se hubiera arreglado así para salir a cenar conmigo. Me duché rápido, me vestí todavía más rápido y salimos. Me llevo a un bar venezolano donde servían arepas y cachapas, las cuáles yo nunca había probado y tenía muchas ganas. Me supieron genial, y más tarde supe, que a diferencia de otros lugares, en La Palma, en lugar de bares turcos que venden kebaps, encuentras areperas venezolanas. La verdad que me quedaría con estos últimos lugares ;)


martes, 11 de septiembre de 2012

La Palma I. Salida de Las Palmas

Puerto de Las Palmas de Gran Canaria. Fuente: www.gophoto.it

Tras casi mes y medio de vacaciones, volví a casa. Y lo digo al tiempo que suelto un respiro de descanso, y es que por mucho que me gusta andar de un lado para el otro, al final el cuerpo pide sentar el culo, y hacer algo de provecho. Hablando en plata.

Aunque no soy uno de los bloggeros más prolíficos de la red, reconozco que he echado de menos el no publicar. Y a cada momento pensaba cuál sería la entrada "del regreso". Durante mi estancia en La Palma, fui anotando en un pequeño blog (de papel, no sospechéis de mi fidelidad al bastondewillyfo) lo que me ocurría cada día. Siendo mi intención sacar a la luz tales notas al regresar. Así, creo que siempre que no tenga nada más que contar, en los días siguientes hablaré del viaje que hice este verano, y quien sabe, tal vez incluso le coja el gusto y continúe escribiendo sobre otros viajes que realicé. Pero tranquilos, que más tarde o más temprano volveré a ser el mismo de siempre, escribiendo de nuevo sobre otros pensamientos que me pasan por la cabeza. Y es que, si por algo se han caracterizado estos dos últimos meses para mí, han sido por los quebraderos mentales que he tenido con algunas de las personas que me han rodeado recientemente.

Comencemos pues con mi relato del viaje a La Palma (las personas citadas no aparecerán con su nombre real):

Día 2-Agosto

Me despedí de mis padres en el puerto de Las Palmas de Gran Canaria, con miedo y malas sensaciones. Al besarles, ni siquiera les miré a la cara, ya que sabía las lagrimas que ello podría provocarme. Entré en el barco casi de sopetón, como de sorpresa, y sin mirar atrás, fui directo a recepción para preguntar por mi butaca. En el lugar reservado para las butacas, es decir, para aquellos que por dinero no habíamos querido/podido pagar un camarote, había una televisión emitiendo una película tras otra, y varias pasajeros tumbados, ya que eramos cuatro gatos para las decenas de plazas que había. Al cabo de 3,30h, tras la inspección visual desde mi asiento del salón, decidí cambiar de sitio y buscar un lugar donde cargar el teléfono. Al menos escuchando música me distraía de mis pensamientos. No podía parar de entrar en el email esperando encontrar un mensaje de Paula (la chica que conocí a través de una red social de viajeros, y que en principio accedió hospedarme y ayudarme durante los primeros días) confirmándome la recogida en el puerto de Sta Cruz de La Palma. Llegó la noche, a ritmo del vaivén que provocaban las olas en el barco, sin poder romper con el miedo que me causaba no saber donde iba dormir, ni comer durante los próximos 20 días. Todo el ánimo y los planes que había hecho para disfrutar de mi caminata por la isla, me parecían ahora mal organizados y hasta peligrosos. Solo podía tratar de dormir, y esperar al nuevo día.

domingo, 29 de julio de 2012

Vacaciones solo


Solo un día para realizar mi viaje a La Palma. Podría ser un viaje más, nada especial, pero presiento que no será así.

Pretendo recorrerme la isla, solo, durante 22 días, durmiendo donde pueda, comiendo lo que tenga. No puede ser un viaje como los anteriores. Lo sé.

No será la primera vez que disfrute de unas vacaciones yendo a caminar: ya hice el Camino de Santiago dos veces. Tampoco será la primera vez que pase tantos días de vacaciones fuera: he llegado a gastar 24 días. Al igual ocurre con el hecho de viajar solo: ya lo hice en Brasil y Paraguay... muchos menos días.

Los factores que ya viví en viajes distintos, los viviré ahora todos juntos. Y reconozco que estoy un poco asustado... Creo que ese miedo es lo que me motiva últimamente a realizar ciertos viajes.

El miedo a superar un límite, un hecho no antes vivido o desconocido, es de las peores maldiciones del ser humano. Sentimos miedo para realizar tantas cosas, que muchas veces no somos capaces en toda una vida de ver las maravillas que estaban al alcance de la mano.

Me encanta viajar, porque me encanta el miedo que rompo al desenvolverme por diferentes lugares y con distintas personas. Me encanta viajar, porque consigo transformar la soledad en intimidad. Me encanta viajar, porque consigo ver al mundo desde mi realidad, y no desde la que me ofrecen mis amigos, mis familiares, la tv... consigo ser yo, y nadie ni nada es capaz de distraerme de esa experiencia.

Felices vacaciones y mucho amor!

martes, 17 de julio de 2012

Nacionalismos IV. Sin pelos en la lengua


Muchas veces he reflexionado sobre la expresión "no pierdas tu cultura". Podemos pensar que conocemos lo que significa dicha expresión, pero si de verdad pensamos sobre ello, muchos no sabemos explicarlo de manera coherente.

Perder o ganar cultura no es como perder o comprar un zapato. Al menos parece que ambas pertenecen a dimensiones diferentes: la cultura, a una más profunda y abstracta, que está relacionada con la identidad de un pueblo. Aspectos como la literatura, la danza, la pintura, lascostumbres ("cultura de calle"), etc, son términos asociados al concepto de cultura. Me parece increíble algo de por sí inofensivo y curiosamente bello, puede llegar a dificultar tanto las relaciones humanas y generar tantas luchas. Entre esos factores, se encuentra la lengua.

Hoy día, la lengua propia es uno de los aspectos culturales más defendidos por los pueblos para hacer valer su identidad frente a sus vecinos. No importa que otros aspectos como la pintura, la danza, la música... estén sustituyéndose unas por otras; ellos, aún siendo también valores culturales, no reflejan la fuerza de identidad nacional que le otorgamos a la lengua. Por ello, si dos pueblos comparten dichos aspectos, pero la lengua es diferente, ya está en juego la autonomía de ambos (especialmente en Europa): la lengua indica que ambos pertenecen a culturas diferentes (aunque los demás valores culturales los compartan en mayor medida) y por tanto deben limitar sus fronteras y relaciones. Si entonces hay alguna voz que apoya el uso, la continuidad generalmente, de una lengua común para evitar así la separación de ambas comunidades, es tildada inmediatamente de voz transgresora y represora.

Y la verdad que no lo entiendo. Porque yo veo a cada valor cultural como una herramienta para vivir en comunidad; para hacer la vida más fácil, e incluso divertida. Pienso que cuando uno de esos factores queda obsoleto o simplemente deja de ser útil como tal, no debería existir ningún problema en abandonarlo.

Pero claro, esto que digo, en el caso de las lenguas, a muchos les puede parecer una barbaridad, "Cómo vamos a cambiar nuestra lengua por otra!! como vamos a olvidarla sin más!!". Pues simplemente dejando que el flujo natural de la cultura fluya. Pongo un ejemplo: si los jóvenes del Congo ahora solo hablan francés en lugar de sus lenguas maternas, ¿deberíamos tomarlo como un error? ¿como una involución (como muchos dicen)? claro que no! me parece mucho más importante que en un país tan grande como RD Congo un chaval del sur pueda comunicarse con uno del norte, a que ambos tengan que limitarse a hablar con personas de su región.

Algunos me criticarán argumentando que planteo un debate en el que hay qué elegir blanco o negro. Cierto, explicaré por qué lo hago. Por supuesto contemplo la opción de que, continuando con el ejemplo anterior, ambos congoleños conozcan tanto su lengua regional como la de aspecto nacional. Pero hablo desde el punto de vista blanco-negro, porque como todos sabemos, existen momentos en los que debemos elegir en que aspecto ponemos más esfuerzo a la hora de aprenderlo/ejercerlo, e incluso hay personas que no poseen la capacidad de usar varias lenguas. Pienso, que para esos casos hay que tener claro que es más importante, y para mí, es más importante unir que dividir. Más importante usar una lengua general que una particular.

Sin embargo, esto a algunos les parecerá una catástrofe cultural, como dije antes. Piensan que abandonando nuestros aspectos particulares, llegaremos a un punto de en el que no existan matices ni diferencias, rompiendo con el concepto de muticulturalidad que tanto gustamos de hablar hoy en día...Y eso sí que me hace gracia, porque eso nunca va a pasar. Al ser humano le encanta pertenecer a un grupo e identificarse con él (de ahí que copiemos rasgos culturales de otros pueblos, y nos asemejemos cada vez más), tanto como le encanta destacar y diferenciarse de sus congéneres.

De hecho, se ataca al inglés y al español como dos de las lenguas más "invasoras", pero es evidente solo con viajar un poco por los países que hablan dichas lenguas, para ver como igualmente se dan diferencias. Diferencias que tienden a crecer, y no a disminuir. Que enriquecen el idioma original, aportando nuevas palabras y significados a sus diccionarios respectivos.

Personalmente, no veo ningún inconveniente en la pérdida de rasgos culturales, porque de antemano sé, que aparecerán otros nuevos. Nos asemejamos y diferenciamos constantemente. Claro que puede decepcionarnos un poco el hecho de que alguien de Brasil nunca haya bailado samba, que los nigerianos ahora solo escuchen rap americano, o que gran parte de los adolescentes españoles sepan cocinar macarrones pero no tortilla de patata, pero es que la vida es así: cambios continuos. Y aunque duela perder, hay que tratar de pensar en lo que ganaremos con ello.

Hay personas que se aferran al pasado, y otras al presente. Hay personas que tachan de culturas invasoras a aquellas que predominan o se extienden más rápido que las propias. Estas personas no comprenden, que la evolución pasa por encima de todo. Por encima de culturas y opiniones también. Y eso es algo que no podemos parar, solo aceptar.

Las lenguas se crearon para comunicarnos, y no para separarnos.

miércoles, 4 de julio de 2012

¿Existe una alternativa a la banca tradicional?


En numerosas ocasiones, imagino (espero) que como muchos de vosotros, se me ha pasado por la cabeza qué podría hacer yo contra el actual sistema bancario.

Un sistema del cuál hoy día conocemos su relación con negocios poco éticos en el aspecto social, como la fabricación y venta de armas, multinacionales petrolíferas con causas judiciales abiertos por daños medioambientales, participación en paraísos fiscales... incluso su implicación en actividades criminales como el narcotráfico:



http://www.banksecrets.eu/ (lossecretosdelosbancos.org)

Realmente un panorama desolador...

Pero no es tan fácil decir "no" al sistema bancario, ya que por otro lado, necesito (o creo necesitar) de un lugar seguro donde depositar mi dinero, al mismo tiempo que requiero del sistema que me permite disponerlo en metálico en momentos determinados.

Comencé a investigar en la red por alternativas, y descubrí el concepto de banca ética. Un nuevo concepto que busca compromiso social por encima del beneficio económico. Porque el desarrollo no está reñido con la sostenibilidad. Porque hemos de aprender a cooperar y no a competir.

Aquí os dejo cierta información al respecto. Y es que con los últimos escándalos recientes en nuestro país (especulaciones, sueldos millonarios, indemnizaciones a banqueros malversadores de fondos, etc) sumados a los explicado anteriormente... Se te quitan las ganas de seguir contribuyendo a tal depravación.


http://www.youtube.com/watch?v=vXV_LHFB72U (Triodos Bank en Salvados de la Lasexta)


Ya basta de continuar agachados frente al látigo bancario. Ya basta de que se sientan señores del mundo y puedan hacer lo que se les antoje sin responsabilidades ni perjuicios por los daños que cometen. Acabemos con su imperio de una vez.

viernes, 8 de junio de 2012

Transexualidad


Ayer vi el documental Fake Orgasm en youtube, sobre la identidad de género. Plantea la diferencia de género como un fingido, como un aspecto cultural, ya que el aspecto biológico se puede modificar hoy día mediante cirugía, tratamiento hormonal... Es decir, en un mundo donde las diferencias biológicas son optativas, ¿realmente podemos considerar a un hombre diferente de una mujer? ¿existe algo más que los rasgos físicos y culturales que evite hablar de la igualdad de género? Tal vez lo interpreté mal, pero así me pareció. Merece la pena verlo.

La verdad que la cuestión de género siempre suscita debate. Si bien vivimos en una sociedad en la que creo aún existen patrones machistas, pienso que vamos en el camino de la igualdad. Gracias a activistas feministas, que basan sus acciones en la igualdad de derechos y no en la reivindicación de aspectos que sean de dominio femenino (como hacen los machistas respectivamente), estamos consiguiendo que cada vez más, la mujer conecte con el mundo masculino de igual a igual, y no partiendo desde un escalón inferior.

Cabe preguntarse pues, qué nos hace diferentes a hombres y mujeres. Pues de ese debate surgieron las diferencias que siguieron los prejuicios y actitudes discriminatorias. Muchos dirán que nuestra biología es diferente... exceptuando aquello que tenga que ver con la reproducción, somos prácticamente iguales. Por tanto, debe haber algo más, aparte de los rasgos biológicos para distinguir entre hombres y mujeres, y poder así, continuar con un modelo que diferencia entre géneros. Muchos dirán que el sentir de los hombres y las mujeres es distinto...y por ahí sí que no paso.

Uno de mis problemas ha sido siempre entender la transexualidad, la cual se apoya en ese argumento. He escuchado en muchas ocasiones el concepto "sentirse mujer" o "sentirse hombre". Y yo me pregunto, ¿qué coño es sentirse hombre/mujer?. Me identifico como hombre porque cuando me miro al espejo veo atributos de hombre... pero no pienso que tengamos sentimientos o puntos de vistas diferentes solo por ser de un determinado género. Creo que ese tipo de cosas solo son afectados por estados de ánimos y cultura. Por tanto, para mí, la identidad de género pasa por la biología y, desafortunadamente, por los rasgos culturales. Estos últimos son los apoyos de la discriminación de género. Desde pequeños se nos enseña a ver las diferencias entre nosotros, a (sobre-)valorarlas, y otorgarles significados propios: a las niñas se les enseña a ser dulces, a los niños fuertes, a las niñas modositas, y a los niños pícaros... Por suerte, la tendencia esta cambiando como dije, no porque estemos "igualizándonos", sino que estamos sabiendo reconocer que las diferencias de género son inexistentes, culturales, e inútiles. Resulta totalmente irrelevante apoyar comportamientos o estructuras sociales que impliquen tratos diferenciados por el único hecho de ser hombres o mujeres.

De este modo, y por mucho que me pese, sigo sin comprender la transexualidad... Nunca entendí su argumento. No entiendo porque una persona decide cambiar su comportamiento a uno muy feminizado (que para nada representa a la mujer común) o muy macho (que de igual manera, para nada representa al hombre actual) respectivamente; por qué decide tomar hormonas que le ocasionan efectos secundarios agresivos, e incluso solicita cirugía para transformar el cuerpo con el que nació... alegando que se siente mujer/hombre en el cuerpo de un hombre/mujer. ¿De cuál sentimiento habla? que por favor alguien me lo explique, porque la identidad de género me resulta lo mismo que la identidad de raza: ¿Podemos elegirla? ¿acaso es algo de lo que podamos sentirnos parte? Tenemos el derecho de defender aquello que somos, pero otogarle significados falsos a caracteres puramente biológicos me parece una aberración y un peligro.

¿Me siento hombre o me siento mujer? ¿me siento joven o me siento anciano? ¿me siento blanco o me siento negro?... Hacerse estas preguntas, para mí, es un sinsentido.

Ps. Espero no ofender a nadie con esta entrada. Que no entienda los argumentos de la transexualidad, no significa que no la respete o defienda aquellos que se identifiquen en esa situación. Espero también que no se relacione mi modo de pensar sobre la transexualidad con otros aspectos como la homosexualidad. Son cosas totalmente diferentes, y por tanto, merecen valoraciones distintas.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Querer no es amar


Ayer escribí a una amiga de Brasil de la que hacía tiempo no sabía nada. Casualmente se había acordado de mí estos últimos días por una discusión que tuvo con un amig@ sobre el concepto de amar y querer. Recordó la diferencia que defendí entre ambas cosas durante una charla que tuvimos sobre el tema, y como lo repetía a todo el mundo que me daba la oportunidad de hablarlo.

Pienso que el sentimiento de querer y amar pueden compartir la misma dirección, pero la intensidad y el modo de acción es completamente diferente. Hay personas que pueden querer, pero no saben amar. Sin embargo no existen personas que sepan amar sin antes querido. Me explico.

Querer es aquel sentimiento de atracción que sentimos hacia alguien. Le queremos cerca, disfrutamos con su compañía, y nos agrada vivir con ella. Es un sentimiento que en su naturaleza lleva el vestido de la posesión, el toque de la pasión, y el dinamismo que aporta la novedad. Luego, hay personas que quieren de una manera y personas que quieren de otra, pero en general creo que el hecho de querer nos ha traído como consecuencia cada una de estos comportamientos en los que el amor se mezcla con lo corporal.

Sin embargo a medida que crecemos, que maduramos, y sobretodo a medida que nos damos cuenta lo peligroso que resulta el apego en nuestras relaciones afectivas, algunas personas mudan su concepto de amor. Ya no queremos; amamos. Vemos a la otra persona como un ser libre que esta con nosotros no por las cosas que tenemos o hacemos por ella, sino por como somos; y viceversa. El amor abandona la tensión de la inestabilidad sentimental, para convertirse a través de la libertad del individuo en una amistad intensa que transvasa cualquier frontera humana. La distancia, los problemas económicos, la enfermedad, e incluso la muerte, no pueden ya separar a aquellas personas que se aman.

El amar trasciende el querer. Es algo casi utópico. Y es que amar no solo requiere un aprendizaje del que a veces no tenemos oportunidad, sino que también requiere una voluntad especial para no "querer" más.

En mi caso personal, reconozco no haber amado nunca a ninguna mujer. Pienso que aunque quise a varias, no dispuse del tiempo para sufrir la transmutación de la que hablo. Sin embargo, pienso que aquellos fracasos que tuve, además de las oportunidades que no tuve (muy importantes de contar, pues habrían cambiado el curso de la historia) me sirvieron para darme cuenta de mi errónea manera de comportarme. Ya estoy cansado de los sufrimientos masoquistas que implica el querer; ahora lo que quiero es amar. Y aunque me quede mucho por aprender de las relaciones amorosas, intuyo estoy en el camino apropiado. Pues el camino de la libertad nunca puede dañarnos más de lo que estamos.

Reconocer el amor en el sentido de amar sin querer, cuesta de creer. Muchos pensarán que no existe tal manera de actuar, pero vemos muchos ejemplos día tras día: aquellas acciones altruistas que tanto admiramos, realmente despiertan admiración porque sabemos se realizan por amor en su estado puro. Esas personas no quieren o gustan de su trabajo, sino que lo aman.

Utilizando el agua como metáfora del amor, el río simbolizaría la manera de querer, y finalmente, el mar simbolizaría la manera de amar.

Amar es una acción de conexión extramaterial con el mundo. Como dije, supera los limites incluso de la muerte, por tanto, es la fuente de la vida. Sé, que cuando consiga vestir mi actitud diaria de esa manera, conseguiré descubrir el significado de mi existencia y lo demás pasará a un segundo plano.

martes, 22 de mayo de 2012

Nacionalismos III. La interpretación de la historia


¿Pensáis que la historia es objetiva? yo tengo claro que no. La historia no es más que la interpretación de los datos y hechos del pasado, y estos, como las noticias de hoy en día, son diferentes según el punto de vista desde el que uno mire.

El pasado sábado, visité el museo de historia catalana. No recordaba que en Madrid tuviéramos un museo específico de historia madrileña o, como aquí también tienen, de arqueología catalana, pero estaba equivocado. El museo de historia de Madrid, según su página web, muestra la historia moderna de la región. El de arqueología por contrario, muestra desde la prehistoria hasta la Edad Media, no solo de España, sino también de Grecia, Egipto, Roma...

Bien, como decía fui al museo de historia de Catalunya, esperándome un nacionalismo latente en la manera de contar la historia; un fallo por mi parte. Los prejuicios deben dejarse en casa para ser capaces de valorar las cosas en su más objetivo sentido.

Sin embargo, salvando las primeras salas de prehistoria, e historia antigua, en la Edad Media cuando algunos nobles de la época deciden llamar Catalunya a aquella región, comienzan a verse algunas cosas en las que no estoy de acuerdo. No quiero decir que ellos estén equivocados, sino la diferencia que existe entre la noción histórica de unos lugares a otros, en los que pienso que media la ideología política, que siempre busca su refuerzo en la historia del pasado. Ya sea para fortalecer unos argumentos que carecen de sentido por sí mismos, o para excusar acciones del presente.

Así, me di cuenta que tanto en Madrid como en Barcelona, se entiende que las poblaciones de la época, tras la unión de Castilla con Aragón, eran discriminadas por estratos sociales. Pero en este museo, indicaba que los dirigentes, los contribuyentes de las desgracias de los estratos populares, solían ser impuestos por los castellanos, no eran catalanes. Ahí comienza lo que ellos llaman, la represión española sobre cataluña.

En Madrid nos enseñan que sí, que la sociedad siempre estuvo a los caprichos y desaires de reyes y nobles, de aquellos poderosos que ostentaban sus posiciones más por un derecho de herencia que por la ganancia de méritos propios. En resumen, nos enseñan que la población sufría por culpa del despotismo y absolutismo de los dirigentes, en este museo no habla de la misma manera. Explica la historia como si los "españoles", entre los que yo diferencio entre ciudadanos y reyes/otros mandatarios, causaban las desgracias de la ciudadanía catalana.

No me gustó ver, como reclaman un desprecio en la inversión de capitales en cataluña por parte de los "españoles", cuando el propio país se encontraba sumido en guerras y pobreza, a mí entender, no por culpa de los españoles sino de unos Austrias imperialistas y totalitarios. No me gustó ver como más tarde, ellos hablan de represión española contra los catalanes, mientras que a mí me enseñaron el absolutismo Borbón. No me gustó ver como hablan de Primo de Rivera y Franco, como si solo a ellos se les hubiera reprimido y castigado con el apoyo de la sociedad española, cuando en Madrid se cuentan por miles las desgracias de la población en dicha época. Entre ellas la de mi abuelo, que quedó huérfano a los 7 años y tuvo que mendigar para sobrevivir.

Basta ya de tergiversar la historia! Estoy cansado de que los nacionalistas siempre anden alardeando de cuanto su pueblo ha sufrido bajo el "yugo español". En España hemos sufrido todos. Los dictadores y reyes totalitarios tenían que ver con el pueblo, una fracción mínima de lo que hoy tienen que ver con nosotros las fuerzas que siguen haciendo con nosotros lo que quieren. ¿Y acaso nos sentimos responsables de sus acciones? Para bien o para mal hoy podemos sentirnos un poco más culpables por nuestra situación presente, tenemos más libertad. Pero no se puede decir lo mismo de nuestros antepasados. No se nos puede echar la culpa a los madrileños, andaluces, extremeños... de la represión del catalán, los asesinatos en las calles barcelonesas, los arrestos indiscriminados, ejecuciones sin juicios claros, ni de las imposiciones culturales e ideológicas. En el resto de la península Ibérica también los hemos sufrido.

Mis abuelos y mis padres, procedentes no solo de Madrid, sino también de Galicia, Ávila y Valladolid, me dijeron que en la Guerra Civil y en la dictadura, las batallas que se libraban y las manifestaciones que se realizaban, tenían como objetivo liberar personas y no territorios. Se luchaba por todos indistintamente de su procedencia. A veces me pregunto si los que se sienten tan nacionalistas hubieran hecho lo mismo... Sin embargo cuando veo casos como aquel en el que Rovira intentó lograr una tregua de ETA para que no asesinará en Cataluña, sin incluir al resto de España, no puedo más que sentir vergüenza. Una gran vergüenza humana por los nacionalismos que tratan de dar importancia a los derechos territoriales, en lugar de preocuparse por los derechos sociales.