sábado, 23 de junio de 2018

Comienza el verano; termina el curso

Con cada inicio hay un fin. Si mucho nos alegramos de que empiece el verano y así nos olvidemos del frío, más nos alegramos de que empiecen las vacaciones y acabe el curso/trabajo.

Siempre que se avecinan tiempos de cambios miramos con anhelo o miedo aquellos giros que nuestra vida pueda dar. Yo soy más del primer tipo: miro con anhelo y esperanza los cambios. Me gusta ver que la rutina no es natural en el curso de vital de uno mismo, y así, los cambios no hacen más que reforzar las fases por las que debemos pasar para desarrollarnos.

En mi caso he decidido llevar a cabo un tracker para seguir, supervisar, y monitorear aquellos cambios que me he propuesto dar a mi vida. Nuevos hábitos, nuevas oportunidades de crecimiento. Entre ellos, como tantas otras veces, he decidido implantar la costumbre del diario de manera semanal. He aquí mi primera entrada.

Esta semana, y finales de la anterior, se ha mezclado la sensación de rabia y frustración por la falta de aprecio y gratitud de mis superiores. El menosprecio y mala evaluación que han realizado sobre mi trabajo a pesar de las evidencias opuestas que manifesté. Dejando a un lado esas sensaciones, las cuales no conseguía encauzar hacia algo constructivo, he conseguido empatizar con los motivos que les ha llevado a estas personas ha realizar tal evaluación sobre mi trabajo:

La novedad amenaza aquellos puestos, roles, posiciones, y rutinas que ha costado conseguir. es por ello que la novedad suele ser percibida como amenaza obligándonos a rechazarla, criticarla y prejuzgarla. Para evitar tal concepción por parte de mis compañeros he de conseguir que vean en mí, la novedad, una oportunidad para desarrollarse mediante la propuesta activa de proyectos que tengan que ver con sus fortalezas, o simplemente atacar la sensación de amenaza no interponiéndome en sus proyectos; llegando a unirme incluso en aquellos trabajos donde ambos tengamos afinidad.

Así, he conseguido identificar a aquellas personas que ya me conocen, confían en mí, y están dispuestas a trabajar conmigo y aquellas que están en el bando opuesto. Si bien mi foco estará en este segundo grupo, será a través del primero que logre ganarme la confianza de mis oponentes. Hacerles ver que no soy ninguna amenaza ni he venido a derrotar a nadie.

Mis metas para el próximo curso pasan pues por hacer una buena política. House of Cards, let's start playing!

Antes de que llegué el curso siguiente, no dejaré pasar la oportunidad de estos últimos días en los que si bien no tenemos clases sí tenemos ciclos de evaluación y convivencias. Por lo que son momentos idóneos para comenzar mi estrategia política, o simplemente sentar algunas bases. Por no hablar de los beneficios que voy a lograr formando parte de la Escuela de Verano de la Fundación.