sábado, 6 de octubre de 2012

La Palma VII. Tijarafe


Día 10-Agosto:

Vale, he aprendido que dormir en un acantilado no es bueno. No por el peligro de caerte al vacío, ya que tomé mis precauciones y dejé una distancia considerable y bultos de seguridad en el camino, sino por el tremendo viento que hace. No pude dormir apenas, eso sí, disfruté de una noche preciosa. Justo cuando me estaba quedando dormido, amanecía. El día anterior medité quedarme un día más allí, pero el enfado mañanero por la falta de descanso ni lo consideró. Recogí rápido y me fui.

La jornada fue bastante mal. No por la dificultad, sino por el calor y de nuevo los extravíos. Era un bajón moral cada vez que no sabías donde tirar, o cuando te dabas cuenta que tenías que retroceder de nuevo.

Acabé entrando en una comuna de hippies (por fin los hippies de los que me habían hablado!!) en Buracas. Una sorpresa agradable en esta jornada tan mala. Eran en su mayor parte alemanes mayores, todos muy afanados en sus tareas: arreglar el huerto, hacer artesanía, preparar café para los turistas, etc. Además, en Buracas hay restos arqueológicos de los benhaoritas (población prehispánica). Me dio agua una mujer con el pelo canoso peinado en rastas. Era muy agradable, y cuando me llevaba hasta la fuente vi a una chica vendiendo objetos artesanos que me dejó hipnotizado. No solo era bellísima, sino que su sonrisa te confesaba como la belleza más radiante es la que sale de dentro, y no la que añadimos desde fuera. A su lado había un chico arreglando una pared con adobe, al mismo tiempo que se fumaba un porro y escuchaba a Bob Marley. Me dejó encantado aquel ambiente y salí mucho más animado de allí.

Al rato me volví a perder, y me senté en una sombra cerca de la carretera. No podía más. Ni físicamente ni psicológicamente. Reflexione un rato, hice las paces conmigo y con el camino, y me levanté de nuevo: solo los fuertes sobreviven. A los 10min aparece un coche, y cuando le paro para preguntar el camino a seguir, resulta que es el chico de la comuna que arreglaba la pared y me invito a subir al coche. Bendito karma :)

En el coche encontré, un rottweiler manso babeándome en el hombro, suciedad por todos lados (incluido el conductor) y olor a cannabis como ambientador. Hablamos de todo un poco: de la comuna hippie (de la que él no formaba parte), de la crisis del plátano, opciones de futuro... Pasamos Puntagorda hasta llegar a Tijarafe. Allí me dejó, y tras comer en una plaza un par de latas, y cargar el móvil en un bar, me puse de nuevo en camino para buscar el sitio donde pasar la noche.

Comencé por seguir la Ruta del día siguiente, y al cabo de un rato vi un cartel que indicaba otra ruta, local, hacia una playa. Me pareció buena idea y avancé por ella. Al cabo de hora y media de camino tortuoso y en pendiente llegué a la desembocadura de un barranco, que allí llamaban playa: la Playa del Jurado. Estaba casi atardeciendo y me dí un baño aprovechando esas últimas luces. Algunas personas que allí andaban charlando y fumando me miraban extrañados, imaginando quién sería ese chico, venido de no sé dónde, y acompañado de mí mismo y una mochila de viaje. Hablé con ellos, y se sorprendieron de lo qué estaba haciendo. Incluso me preguntaron si había salido en tv. Pero no, luego confirmó uno de los asistentes que el qué había salido en la tv hace unos días era un hombre que, como yo, estaba dando la vuelta a la isla, pero en barco (así mejor, pensé).

La gente que allí había eran personas que veraneaban en las casitas construidas en las paredes del barranco. Yo me quedé en lo que parecía una casa donde se encontraban todas las llaves de luz y de agua de las demás casitas. Encontré un somier oxidado, pero capaz de mantenerse en pie. Coloqué la esterilla encima, y sin saco ni nada, me puse a dormir encima.

3 comentarios:

  1. Que curioso el poblado hippy , yo pase por algo parecido en un pueblo de interior de cadiz y me encanto el buen rollo que allí había.

    Para cuando la siguiente entrada??

    Besos o petons... que con el comentario de hoy en mi blog me dejaste intrigada... no seras catalán?

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    1. Jeje no soy catalán pero viví en barcelona este año durante un semestre, y algo aprendí de catalán ;) la verdad que tengo un poco abandonado el blog a ver si aprovecho este domingo tranquilo para reencontrarme con él :)

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    2. Anda!Espero que estuvieras lo mas a gusto posible. y que disfrutaras de la estancia.
      Petons!

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