lunes, 26 de mayo de 2014

Enfermo en Somalia

He vuelto a caer enfermo por segunda vez desde que llegué a Somalia. Qué curioso que este sea uno de los peores resfriados (o gripe, no sé muy bien) que he cogido, y haya tenido que ser en un país tan caliente.

Creo que la causa de mi enfermedad es basicamente la comida. Para desayunar nos ponen una especie de crepes, y luego para comer y cenar arroz, pasta o patatas. Demasiado azucar para mi sistema. Por todos es sabido el efecto negativo que tienen en nuestras defensas alto índices de azucar. No solo desgasta nuestros tejidos, sino que también nos hace vulnerable a virus, bacterias... A la mínima que cojo un poco de frío, atrapo el peor virus que andase suelto.

Comparto la idea de Ryszard Kapuncinsky de que en África hay tanta explosión de vida, que supone hasta una amenaza para sí misma. Los insectos abundan por todas partes, especialmente ahora con las lluvias, y eso atrae a muchos pajaros. Es maravilloso escucharlos cada día, pero no lo es tanto caer enfermo por tanto «bicho» suelto. Hace unas semanas un niño fue picado por una mosca, y tras unos días en los que la rodilla se hinchó muchisimo, fue llevado al hospital y allí vieron que tenía gusanos dentro. La mosca puso ahí sus huevos para que al nacer no les faltase comida.

La primera vez recuerdo no me encontraba tan mal. Tenía congestión y cierto malestar, pero no la fiebre que tengo ahora. Me duele todo el cuerpo y no paro de sonarme la nariz. Horrible. Todos mis movimientos los hago a cámara lenta, yla garganta está inflamada y se irrita más con cada tos.

Mañana no sé si dar clase, y es que aunque me encuentro mal, ha habido otro día festivo repentino (hace unas semanas el gobierno decreto día de rezo nacional para atraer la lluvia, cerrandose escuelas y negocios) y no quiero atrasar más la planificación de mis lecciones. Solo quedan 4 semanas para el fin de las aulas, y cada día cuenta mucho.

Espero recuperarme pronto y volver «al frente» al 100%. Especialmente ahora que ando más empeñado en crear un huerto orgánico, montar una coreo con algunos alumnos, y empezar un curso de español.

lunes, 19 de mayo de 2014

Día de la Independencia de Somaliland

Celebración de la independencia de Somaliland el pasado domingo. Fuente: www.somalilandpress.com
El domingo 18 fue el día de la independencia en Somaliland. Se conmemora la fecha en la que la región noroeste de Somalia, conocida como Somaliland con capital en Hargeysa, se declaró unilateralmente independiente hace más de 20 años.

Los profesores de la escuela y los pocos estudiantes que quedaban (la mayor parte se había ido con sus familias durante estos 5 días de vacaciones que tuvimos) fuimos a la celebración en la aldea donde estamos. A mí la verdad no me hace ninguna ilusión las fiestas patrióticas de este tipo, posiblemente porque vengo de España donde los nacionalismos no han hecho más que generar conflictos sociales. Sin embargo en África, hay que reconocer que mucha gente idealiza este tipo de movimientos ya que tienen su raíz en la descolonización.

En la aldea nos trataron (a los profesores) como un trofeo. Parecíamos la copa de la Champions League: nos sentaron en unas sillas para que todo el mundo nos pudiese observar bien, y luego nos pasearon, de la mano del alcalde, por toda la aldea (15 minutos, no es muy grande). Incluso había un cámara que no paraba de grabarnos mientras los peces gordos del poblado se ponían a nuestro lado, y personas de todo tipo nos colgaban banderas por la cabeza y los brazos. He de reconocerlo: no me gustó. Como digo, a mí el orgullo patrio me parece contraproducente. Apoyaría sin duda cualquier celebración de unión entre pueblos, o de lazos de tolerancia, pero en este caso, en el que siendo sincero tal vez me falte más información, no estoy a favor de la independencia de Somaliland.

Se independizó porque el grupo armado (de todos los que había durante la dictadura de Siad Barré luchando contra el régimen) conocido como Movimiento Nacional Somalí (MNS), se dio cuenta que el país era un auténtico caos tras la caída del dictador (1991). De hecho, solo fue en el último tramo de la lucha contra el dictador que los argumentos nacionalistas comenzaron a aflorar. El bombardeo del régimen contra la la capital de la región (1988), Hargeysa, y las ancestrales rivalidades entre clanes (cada cuál con su propio grupo armado) dieron lugar a una división de las fuerzas opositoras que generó la guerra civil posterior, y la independencia de Somaliland (1991).

Si bien comprendo que los somalilanders apoyen un gobierno autónomo hasta que el resto del país se normalice (hasta la fecha Somalia cuenta con un gobierno de transición que solo controla Mogadishu, el resto del territorio lo controla Al-Shabaah y otros señores de la guerra) pienso que el objetivo final debería ser la unión y ayuda a sus vecinos del sur. Como dije anteriormente, el pueblo somalí ya anda dividido entre Somalia, Etiopía, Kenia y Djiboti. Como para dividirlo aún más.

Obviamente esta es mi opinión, según la información que he recogido y mis ideales. Mucha gente aquí no lo comparte, y son la razón de que los que estamos a favor de la unificación nos mantengamos callados. Porque la gente en Somaliland se enorgullece mucho de su “democracia” pero como occidental puedo asegurar que es una democracia que amarra la autonomía ciudadana. ¿Qué paradoja para una región que justamente pide lo mismo no? Han tenido sucesivas elecciones y en las últimas el partido opositor las ganó, sin que se produjera ningún conflicto, pero no hay que olvidar que existen exiliados por todo el mundo que no están a favor del gobierno, e incluso parte de la población (de clanes diferentes al Isaaq) no les es permitido votar alegando que son somalíes y no somalilanders. Por no hablar de la libertad religiosa.


En fin, no me sentí muy bien el domingo durante dicha celebración. Mientras oía los cánticos patrióticos, en mi cabeza sonaba el Africa Unite de Bob Marley. Mientras los mayores de la aldea alaban Somaliland, a mí me caían gotas de sudor por el intenso calor que hacía en el lugar de exposición donde nos tenían. Y aunque reconozco me encantó salir de la escuela y ver personas nuevas, especialmente a los niños, no me gustó que me tratasen como un trofeo blanco que apoya su causa. El año que viene no repito.

martes, 13 de mayo de 2014

El pecado sexual comienza a rondar

Chicas somalíes. Fuente: www.intramed.net
Como hablaba en la entrada anterior, aquí la represión sexual y la distancia entre géneros es muy fuerte. La verdad que no llego a entenderlo, porque en teoría está distancia entre hombres y mujeres es para evitar la lujuria y el erotismo, promoviendo el trabajo y valores morales, y al final creo que se consigue todo lo contrario.

La escuela donde estoy es un centro de educación secundaria. Es decir, todos los estudiantes están entre los 12 y los 19 años. Mi opinión es que casi parece imposible controlar la picardía y la curiosidad hacia el sexo que uno experimenta en ese tramo de tu vida unicamente con represión y castigos. Incluso aquí, donde el sentimiento de culpabilidad es tan fuerte que una chica puede ponerse a llorar si la descubres sin el velo, existe el flirteo.

Cada día puedo sentir las miradas de las alumnas en algunos de nosotros, sus profesores. El interés no camina solo en nuestra dirección, pues nosotros los profesores tampoco podemos evitar seguir el juego de miradas de vez en cuando, y hasta soltar alguna indirecta cuando “no hay moros en la costa”. A mí me gustaría evitar este tipo de situaciones, pero confieso abiertamente que desde que llegué aquí mi deseo sexual se ha visto incrementado por este clima de misterio, prohibición, y al mismo tiempo por las miradas que “te invitan a pecar”.

A veces vuelvo a casa, o entro en la oficina y me culpó por haberle sonreído a aquella alumna de último grado que no paraba de mirar mis pantalones. O me exijo ser más estricto cuando una alumna me pide le haga un paso de baile (la música en el Islam no está bien vista, de hecho en muchos lugares está prohibida, y nunca pueden las mujeres bailar con los hombres) y no ceder ante su curiosidad.

Sin embargo luego lo pienso mejor: es inevitable que estas cosas sucedan. Ellas, y ellos, están en la edad de descubrir su cuerpo y el de los demás, y nosotros los profesores, la mayor parte rondando los 25 años y por tanto sexualmente activos (o muy activos), venimos de lugares donde el erotismo y el contacto entre géneros es pan de cada día.

Espero no cruzar el límite, y no crear ningún problema a nadie en estos juegos que alumn@s y profesores nos traemos entre manos. Porque si el castigo es muy severo para aquellos estudiantes que sean “pillados” haciendo cosas que no deben (cualquier contacto físico, incluido agarrarse de la mano; o simplemente flirtear en público) mucho peor es si sucede entre estudiantes y maestr@s. Me contaron que hace un año, uno de los profesores (blanco) metió en su casa (dentro de la escuela), a una chica somalí de la ciudad (no estudiante), y los soldados que nos guardan llamaron a la policía. Lo tuvieron en prisión durante semanas. ¿Qué pasaría si un profesor (blanco) es pillado con una alumna somalí?

Hago la distinción entre profesores blancos y negros, porque luego hay mucha hipocresía. Tanta norma para luego ver al profesor de Lengua Somalí (somalí) yéndose con diferentes alumnas por la noche a la mezquita. No van a rezar, aclaro. Una vez que los descubrí, se separaron en seguida y sacaron el móvil como si el encuentro hubiera sido fortuito mientras llamaban a alguien.


Como digo, trataré de no cometer ninguna torpeza. Sobretodo ahora que soy el profe más nuevo, de los más jóvenes, y por ello causo más curiosidad entre las alumnas. Todas las noches no puedo evitar ir donde sé que están todas las alumnas, porque siento esa necesidad de energía femenina que tenía suplida en Madrid. Eso no es malo, pero el hecho de ir allí, me convierte en blanco del pecado.

jueves, 8 de mayo de 2014

Balance negativo

Mujeres somalíes en el mercado. Fuente: www.genderconcerns.org
Lo que peor llevo de estar aquí es la distancia entre hombres y mujeres por culpa del Islam. Es exagerado. Como hombre, no las puedo tocar (ni siquiera si se caen al suelo y se hacen daño), no debería hablar con ellas de temas triviales. Solo temas relacionados con las clases, y si puede ser, solo en clase.

En clase están separados: a la izquierda los chicos, y a la derecha las chicas. Puedo contar con los dedos de una mano las veces que les he visto hablar juntos en clase, aunque fuese solo para debatir un ejercicio. Ni siquiera cuando los profes organizamos una actividad extraescolar pueden participar las chicas, si es profesor el organizador; o los chicos, si es profesora.

Afortunadamente, como aquí que la mayoría de los profes somos occidentales, rige una cierta libertad rebelde, dejándose de cumplir algunas normas (lo que ha traído problemas de cara al exterior). Pero si vas a la ciudad, notas claramente lo absurdo del machismo: las mujeres nunca van con los hombres, y si te encuentras a alguna alumna ni siquiera se acercan a saludarte. Las mujeres son el 50% del mundo por favor!! no somos tan diferentes!!Imagino que también habrá lugares cristianos con climas similares, pero me alegra saber que en la mayor parte de occidente la sociedad se ha puesto en pie y ha sido capaz de cuestionar y poner a un lado la religión respecto a los derechos de los ciudadanos (tras muchas muertes eso sí). Porque aquí, no ser musulmán es de las peores cosas. No creer en el Corán significa que lo pones en duda, y eso es una blasfemia ofensiva.

Muchos me dirán que mi triste visión del Islam es causa de vivir en Somalia, donde rige la sharía (ley islámica). Yo les pregunto ¿qué sucede en Qatar? ¿en Arabia Saudí?, ¿en el norte de Nigeria?, ¿en Irán?... Por no hablar de Afganistan o Siria.

El Islam significa sumisión según el Corán. Especialmente de la mujer, a mi parecer. Se las compara con los niños y otras pertenencias materiales. Me parece depravado que los hombres puedan casarse con niñas (Mahoma se casó con una niña de 9 años, por tanto, no es un acto deplorable, sino aceptado y valorado), o que las mujeres hayan de cubrirse enteras, unicamente dejando sus ojos libres, mientras que los hombres no. Hace falta que la gente cuestione el Corán, y que apoyemos a los activistas musulmanes que ya han comenzado la lucha.

Por otro lado, para no solo hablar de la religión, reconozco que vivir 24h en el mismo lugar, con la misma gente, y pasar tanto tiempo con los alumnos, puede traer problemas de convivencia. Básicamente porque somos seres humanos y nos satura la rutina. Para romperla, a veces podemos “provocar novedades” que encima destruyen las buenas relaciones ganadas anteriormente.

De momento yo me siento bien, pero ya veo a muchos de mis compañeros malhumorados y apáticos por causa de ese estrés de la convivencia. Además del intenso trabajo de las clases. Ser profesor, como cualquier otro trabajo con personas y no con objetos, aporta una carga personal adicional (malos comportamientos, protestas cuando suspendes a alguien, preguntas a cada momento, planificación de clases acorde al nivel de los grupos...). Además, son adolescentes, nosotros, profesores muy jóvenes. No me extraña que muchos estén deseando la llegada de profesores nuevos, o poder viajar cuando lleguen las vacaciones.


Por último, tengo que reconocer que las condiciones aquí no son muy buenas. Cierto que es lo que menos me preocupa, pero es un plus adicional a la carga diaria. Que la comida no sea variada (mucho arroz y pasta, que solo sube los niveles de azúcar y nos deja sin defensas), que el internet falle cada dos por tres, o que a veces falte electricidad o el agua (hoy me tuve que lavar con botellas de plásticos), puede llegar a molestar cuando llevas unas semanas por aquí.

sábado, 3 de mayo de 2014

Balance positivo

Hace tres semanas que llegué a Hargeysa (Somalia). La verdad que me parece llevar más tiempo debido a la familiaridad que tengo con el internado, los estudiantes y los otros profesores. De momento no hecho de menos Madrid; sigo adaptándome y aprendiendo cosas por aquí.

Me está gustando enseñar. Aún tengo problemas con el inglés y la planificación de las clases, pero me siento satisfecho al final del día. Por mi forma de ser, creo que les he caído bien a los alumnos, consiguen captar lo que les quiero enseñar, y creo que valoran mi trabajo al darse cuenta de mi esfuerzo. Enseño a tres cursos: ciencias a séptimo (11-13 años) y noveno (12-15 años), y Razonamiento a los de doceavo (16-18 años). Hoy hice examen a los de séptimo, y mañana lo tienen los de noveno (aquí las semanas van de sábado a jueves). Podré ver, acorde con los resultados, si estoy logrando los objetivos o no tras mi primera lección en tres semanas. Principalmente tengo 2 retos cada día: despertar el interés de los alumnos a la vez que les aporto información con valor académico. Al fin y al cabo, estamos preparándoles para acceder a las universidades europeas y americanas de prestigio.

Luego con los otros profesores, me llevo bastante bien. Especialmente con un compañero mexicano, estoy haciendo muy buenas migas. Los primeros días me pegué mucho a él por eso de mi mal inglés y para descansar la cabeza hablando algo en español, pero es que además el chaval es muy simpático. Nació en México pero vivió los últimos 7 años en Hawai. El típico surfero americano. Jugamos al ajedrez, planeamos viajar juntos en las vacaciones de julio, hacemos deporte juntos, y no paramos de reírnos y hablar de sexo. Y es que tanto él como yo, hemos acabado en el peor lugar para ese último asunto.

Otra de las cosas que estoy disfrutando es la calma del paisaje. El internado esta rodeado y dividido por muros y alambre de espino por motivos de seguridad (le da cierto carcelero, tengo que reconocerlo), pero más allá, te derrites de placer al contemplar la sábana. Al menos yo.

Hay mucha gente que piensa este lugar es inerte y nada crece en él, pero nada más lejos de la realidad. A pesar de la falta de lluvias, normal en este clima árido, y el calor sofocante, puedes encontrar seres plenamente adaptados a las condiciones. Hay muchos arbustos y arboles perennes que salpican el valle donde estamos, así como multitud de pájaros que se alimentan de la ingente cantidad de bichos que hay por todos lados. Y es que ya se sabe, el calor es amigo de las moscas por la mañana, y los mosquitos por la noche. Especialmente ahora que estamos en la época de las lluvias.

Por otro lado, también puedes encontrar las huellas de hienas y otros animales cuando sales a pasear. Te hacen temer dar una vuelta por la noche. Hay tortugas de hasta 15kg que junto con las cabras de los nómadas, se alimentan de los pequeños arbustos. Los nómadas además también tienen ovejas árabes, vacas y camellos.

Hay que destacar a los babuinos, que cada día visitan la escuela cual ejercito organizado para comer los restos de comida que dejan los alumnos en la basura. Dan un poco de miedo porque son un poco agresivos, especialmente los machos. La semana que yo llegué, uno de los babuinos había golpeado a uno de los niños. Cierto que el mono atacó al ser atacado con piedras (se las lanzan para ahuyentarlos). Algunos dicen que están tratando de conquistar nuestro espacio. Yo simplemente creo que vienen por la comida, y no tienen ninguna intención de echarnos. De hecho, pienso que ellos mismos se dan cuenta que la comida que comen, existe gracias a los estúpidos humanos que les tiran piedras.


En fin, una auténtica experiencia estoy viviendo aquí. Aunque no se priva de cosas negativas. Lo dejaré para el próximo día.