sábado, 24 de noviembre de 2012

Pamplona

Imagen de la ciudadela en Pamplona. Fuente: www.pamplona.es

Ayer pasé el día en Pamplona.

Solo pude aprovechar dos horas del día, puesto que al llegar la noche anterior, fui directo al albergue donde había reservado cama, y por la mañana estuve ocupado por motivos de "trabajo" (quiero decir, prácticas de empresa no remuneradas xD). Fue a la hora de comer cuando quedé libre para visitar la ciudad.

En dos horas apenas me dio para pasear por la ciudadela y comer en el centro. Pero me dio que pensar. Una ciudad noble, esta Pamplona.

Se respiraba ambiente de ciudad elegante, educada, muy del norte. No había ruido en sus calles, a pesar de la ida y venida de coches y personas. No había grandes risas ni aspavientos en sus bares, pese a estar en pleno almuerzo gran parte de los trabajadores. No había olores fuertes. No había nada en exceso. Tampoco faltaba nada.

Daba la sensación de estar todo en su lugar. Todo era correcto. Todos eran correctos.

Trato de no tener prejuicios regionales, pero reconozco que al igual que la gente del sur me parece muy "viva" y enérgica, la gente del norte siempre me pareció tranquila y noble. No sé como explicar este último adjetivo.

Uno se da cuenta en el trato que te dan, en la manera que tienen de hablarte, en su manera de moverse, y hasta en ciertos comportamientos. Parece que nacen con las normas de cortesía bajo el brazo. Y a cada momento, sin ellos decir nada, te das cuenta que no puedes imitarlos. A ti te falta esa cortesía nata. Esa apacibilidad noble.

Tal vez ese sea su pecado. Tanta cortesía, y mesura, puede que llegué a resultar un ambiente aburrido. O al menos así me comentan algunos amigos de allí. Envidian el ajetreo del sur.

No sé, el caso es que uno al pasear por sus parques y calles, se siente bien. Una mezcla de sosiego y cariño, que te hace sentirte acompasado con el presente, a la vez que consigues un silencio interior, que ya tenías olvidados. Qué nostalgia de ambas cosas.

Retengo la noche de mi llegada, cuando comencé a percibir estas sensaciones. Desde la estación de autobús iba caminando al albergue, cuando decidí cenar algo en un bar. La cafetería donde entré no tenía nada de especial. Eran las 21,30h y pese a ser noche de Champions League, no había casi nadie. En otros lugares estarían las mesas llenas, con gente tomando cañas, y comentando en alto el partido, pero aquí solo vi un par de mesas con gente mayor, tomando café y hablando en un tono tranquilo. Sí que había hombres en la barra viendo el fútbol (tres, a lo sumo), pero sin ningún tipo de nerviosismo o agitación como he visto otras veces. Tranquilos, se tomaban su vino y hablaban de vez en cuando con el camarero, y a la que terminó el primer tiempo, cada uno se fue a su casa. Quedé allí, solo en la barra, tomando una coca-cola y un sanwich vegetal. A mi espalda un señor tomando café mientras leía el periódico. Y de fondo, sonaba Norah Jones. Un lugar para recordar. Creía estar en la película My Blueberry Nights. El tiempo se había parado, y las preocupaciones parecían estar cansadas de tanto hablar. Comí despacio, y trate de comprender porque todo y todos estaban tan tranquilos. Al final me dí cuenta, que el raro era yo, siempre con prisas y con la mente agitada.

http://www.youtube.com/watch?v=pr3n7ZrLxow

Me di cuenta que la vida es como el respirar. Lo natural es tomar el aire tal y como viene. No aguantarlo en los pulmones, para luego soltarlo entre soplidos y jadeos. Una lástima haber cambiado el orden de las cosas, y vivir entre carreras y pisotones.   

2 comentarios:

  1. Bonita manera de describir una ciudad y su gente. Es cierto lo que opinas del caracter del Norte.
    Y tu que has estado en el Este que opinas? Se que mi ciudad hay personas de toda españa y de todo el mundo, como en Madrid pero la gente tipicamente del este como es.

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    1. Me pones en compromiso al preguntarme eso, que lo sepas xD Mi experiencia con la gente en Barcelona (no puedo hablar de otras ciudades/pueblos) fue la siguiente: creo que les cuesta abrirse más que en Madrid o ciudades del sur. En eso se parecen a la gente del norte. Por otro lado, una vez que coges complicidad con ellos, la relación es más fuerte que con alguien del sur. Pondré un ejemplo tonto: en Madrid, si alguien te ve solo, tal vez te invite a una fiesta o salga contigo a tomar algo, pero eso no quiere decir que seais amigos; en Barcelona, cuesta más salir de fiesta con alguien nuevo, pero si ese alguien se decide a salir contigo o a invitarte a alguna fiesta, ten claro que le caes bien ;)

      He generalizado mucho de todas formas. Hay diferentes tipos de personas, y sobretodo como tú dices, en grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia...

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