domingo, 10 de febrero de 2013

Un guión para cada actor


En los meses anteriores he sufrido desafecciones importantes con gente muy cercana. Amigos y familiares con los que creía mantener una relación profunda y no han correspondido mis expectativas llegado el caso.

La primera vez que me pasó, fue con mi grupo de amigos habituales. Pensaba que su comportamiento distante y a veces agresivo se debía a malas rachas o momentos que habían vivido durante mi estancia en el extranjero. Supuse que en unas semanas de vacaciones, fiesta, y quedadas en el parque se calmarían y todo volvería a la normalidad. Quise ir en plan héroe y me salió mal la jugada: me di cuenta que no eran comportamientos causados por tensiones o estrés puntuales; simplemente habían cambiado. Ahora eran así.

Unos meses después, antes de las navidades, mi mejor amigo se enfadó conmigo por lo que creo fue una tontería. Pensé que el cabreo le duraría una semana o dos a lo sumo, y decidí no tocar el tema, dejar que se enfriará. Al ver que con el paso de los días, seguía ignorándome comencé a mandarle mensajes, no solo para hablar de lo ocurrido si le apetecía, sino también para volver a salir como si nada hubiera pasado. Ni caso. A día de hoy me doy cuenta que he perdido una amistad de años, y muy importante para mí, por lo ocurrido aquella tarde. Quiero pensar que hay algo detrás, no puedo aceptar que solo por eso me haya apartado de su lado.

En navidad vinieron mis padres a casa y pude hablar con ellos este tipo de cosas. Como dije arriba, no solo he tenido problemas con amigos, sino también con algún familiar (excluyendo a mis padres). Como no podía entender como un amigo o un familiar se podían comportar conmigo así, yo que les apreciaba tanto, asumí que eran una especie de traidores. Habían traicionado nuestra amistad; nuestra relación.

Más tarde asumí que no había traidor ninguno. Porque lo único que han violado han sido mis expectativas sobre la amistad, sobre como debe ser una relación de pareja, sobre la relación entre hermanos, etc. Cada uno tiene su manera de ver las cosas, y como yo defina una relación no tiene que significar lo mismo para otra persona.

Que consideré a alguien mi amigo, no significa que ese alguien se consideré a sí mismo mi amigo. Incluso considerándose mi amigo, puede no entender la amistad como yo la entiendo. Por tanto es muy posible que "traicione" o incumpla mis expectativas.

Las relaciones humanas son tan simples, que acaban por parecer complejas.

He sentido dolor estos meses debido a mi manera de ver las relaciones, pensando inconscientemente que para todos significaba lo mismo. Como muchos, busco seguridad en mi día a día, incluyendo mis relaciones con los demás. Me asusta lo inesperado, así que una vez que siento algo por otra persona, persigo la manera que ellas tienen de verme, y con declaraciones como "te quiero", "somos amigos", o "eres mi hermano", ya servía para sentirme seguro de que las cosas irían bien. Irían según lo previsto. Finalmente se han "torcido", no han seguido el guión porque resulta que cada personaje tiene uno diferente, y me he sentido traicionado y frustrado.

Las relaciones son parte del misterio de la vida, imagino. Si decido comprometerte con alguien he de saber que esa relación no será muchas veces como espero. Que traerá cambios y cosas imprevistas. Tanto buenas como malas. Les estoy agradecido a aquellos que me han causado dolor estos meses, ahora veo que no ha sido con mala intención y además he acabado por aprender algo de esta obra teatral que es la vida.

Desde aquí quiero felicitar el cumpleaños a una de esas personas con las que he tenido un "encontronazo" recientemente. Le deseo la mejor de las suertes y valor en para realizar sus proyectos.

5 comentarios:

  1. Me gusta que al final hayas sacado algo positivo: el aprendizaje.
    Todos alguna vez nos hemos sentido decepcionados por amigos o familiares.
    Creo que lo que hay que hacer es decidir que estamos dispuestos a dar y que queremos recibir a cambio. Se que no son matematicas, y que lo he resumido de manera muy simple. Pero ni tienes porque conformarte con que te traten mal y nunca te den lo que esperas ni tampoco tu dar demasiado y tener el listo demasiado alto.
    Yo antes enseguida rompia una amistad si me decepcionaba, hasta que vi que me entregaba tanto a ellas que esperar lo mismo era imposible.
    He conseguido regular mi entrega y entender que a veces mis amigos no me dan lo mismo que yo pero me dan otras cosas que me benefician.

    En fin no digo que sea tu caso, pero seguro que encontraras tu equilibrio.
    También piensa que si no recuerdo mal tu edad estáis en una época de cambios, de asentarse, definirse y madurar. Y a veces los amigos no van por el mismo camino de la vida que nosotros y ya nuestra manera de ver la vida no coinciden.

    Besos

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  2. Bienvenida de nuevo Celia!!ya te echaba de menor :) estoy de acuerdo contigo al 100%, ahora me planteo mejor mis relaciones con los demás, dando cierta flexibilidad por supuesto. A veces me he dado cuenta que no tengo por que romper una relación, simplemente tomarmlo como una relación más superficial. Petons!!

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  3. Ummm... tu correo no aparece en tu perfil verdad?...

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  4. Bueno, nunca se sabe quien se puede dirigir a ti yo he conocido gente fabulosa gracias a el.
    Aunque en este caso solo era para avisarte de que te había dedicado una entrada en mi blog. Y para que tengas mi dirección por si algún día quieres romper un rato el silencio.

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