martes, 18 de enero de 2011

El amuleto


...Notó la soledad en su interior, alejarse del mundo, estar en el rincón más silencioso de la ciudad, vio que nada le esperaba afuera. Las paredes le daban la espalda, los arboles despreciaban su presencia, la inspiración ya no acompañaba sus escritos; vio que nada le aguardaba aquí. Su hogar le era extraño, la comida sabía insípida, la música rebotaba en sus oídos, y sus caricias no lograban despertarlo de la oscuridad. Vio que su camino estaba nublado. Vio que no veía nada.
Entonces dejo de mirar fuera, y comenzó a mirarse dentro. Busco algo su energía, algo que le dijera "sigue caminando y deja el tedio atrás". Busco una habitación interior donde su alma encontrase paz. Busco aquel lugar familiar, confortable, donde sus amigos llegaban sonriendo y sus padres le abrazaban con amor. Busco sus besos, sus abrazos, y aquella sonrisa que le hizo soñar con los ojos abiertos...
Levantó de nuevo la mirada tras unos segundos...y tras mirar fuera y dentro de sí, tocó su amuleto, que colgado del cuello y con el simple tacto de su mano unió tierra y cielo, pasado y futuro, alegrías y tristezas...unió la mezcla de mundos en las que muchas veces divagaba, para impulsarle una vez en la aventura del vivir...

Necesito un amuleto ya, :), saludos!

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