Mujeres somalíes en el mercado. Fuente: www.genderconcerns.org |
Lo que peor llevo de estar aquí es la
distancia entre hombres y mujeres por culpa del Islam. Es exagerado.
Como hombre, no las puedo tocar (ni siquiera si se caen al suelo y se
hacen daño), no debería hablar con ellas de temas triviales. Solo
temas relacionados con las clases, y si puede ser, solo en clase.
En clase están separados: a la
izquierda los chicos, y a la derecha las chicas. Puedo contar con los
dedos de una mano las veces que les he visto hablar juntos en clase,
aunque fuese solo para debatir un ejercicio. Ni siquiera cuando los
profes organizamos una actividad extraescolar pueden participar las
chicas, si es profesor el organizador; o los chicos, si es profesora.
Afortunadamente, como aquí que la
mayoría de los profes somos occidentales, rige una cierta libertad
rebelde, dejándose de cumplir algunas normas (lo que ha traído
problemas de cara al exterior). Pero si vas a la ciudad, notas
claramente lo absurdo del machismo: las mujeres nunca van con los
hombres, y si te encuentras a alguna alumna ni siquiera se acercan a
saludarte. Las mujeres son el 50% del mundo por favor!! no somos tan
diferentes!!Imagino que también habrá lugares cristianos con climas
similares, pero me alegra saber que en la mayor parte de occidente la
sociedad se ha puesto en pie y ha sido capaz de cuestionar y poner a
un lado la religión respecto a los derechos de los ciudadanos (tras
muchas muertes eso sí). Porque aquí, no ser musulmán es de las
peores cosas. No creer en el Corán significa que lo pones en duda, y
eso es una blasfemia ofensiva.
Muchos me dirán que mi triste visión
del Islam es causa de vivir en Somalia, donde rige la sharía (ley
islámica). Yo les pregunto ¿qué sucede en Qatar? ¿en Arabia
Saudí?, ¿en el norte de Nigeria?, ¿en Irán?... Por no hablar de
Afganistan o Siria.
El Islam significa sumisión según el
Corán. Especialmente de la mujer, a mi parecer. Se las compara con
los niños y otras pertenencias materiales. Me parece depravado que
los hombres puedan casarse con niñas (Mahoma se casó con una niña
de 9 años, por tanto, no es un acto deplorable, sino aceptado y
valorado), o que las mujeres hayan de cubrirse enteras, unicamente
dejando sus ojos libres, mientras que los hombres no. Hace falta que
la gente cuestione el Corán, y que apoyemos a los activistas
musulmanes que ya han comenzado la lucha.
Por otro lado, para no solo hablar de
la religión, reconozco que vivir 24h en el mismo lugar, con la misma
gente, y pasar tanto tiempo con los alumnos, puede traer problemas de
convivencia. Básicamente porque somos seres humanos y nos satura la
rutina. Para romperla, a veces podemos “provocar novedades” que
encima destruyen las buenas relaciones ganadas anteriormente.
De momento yo me siento bien, pero ya
veo a muchos de mis compañeros malhumorados y apáticos por causa de
ese estrés de la convivencia. Además del intenso trabajo de las
clases. Ser profesor, como cualquier otro trabajo con personas y no
con objetos, aporta una carga personal adicional (malos
comportamientos, protestas cuando suspendes a alguien, preguntas a
cada momento, planificación de clases acorde al nivel de los
grupos...). Además, son adolescentes, nosotros, profesores muy
jóvenes. No me extraña que muchos estén deseando la llegada de
profesores nuevos, o poder viajar cuando lleguen las vacaciones.
Por último, tengo que reconocer que
las condiciones aquí no son muy buenas. Cierto que es lo que menos
me preocupa, pero es un plus adicional a la carga diaria. Que la
comida no sea variada (mucho arroz y pasta, que solo sube los niveles
de azúcar y nos deja sin defensas), que el internet falle cada dos
por tres, o que a veces falte electricidad o el agua (hoy me tuve que
lavar con botellas de plásticos), puede llegar a molestar cuando
llevas unas semanas por aquí.
Tiene que ser duro ese choque cultural, aderezado con algo de hipocresía... ánimo!
ResponderEliminarEs duro sí, especialmente para alguien como yo que creció rodeado de mujeres, por tanto os tengo un aprecio y respeto profundo.
Eliminar