Termina
la aventura que comencé hace un mes. Ser mentor de profesores en
Madrid ha sido una experiencia más intensa y constructiva que la del
año pasado en Ghana. La diferencia ha sido claramente el equipo de
personas involucradas en la formación y apoyo a los profesores
participantes del programa. Todas ellas con un 100% de compromiso,
profesionalidad, y humildad.
Es
impresionante como el entorno de trabajo afecta al bienestar
personal. Pasamos tantas horas en nuestro ambiente laboral, que el
hecho de tener compañeros profesionales y cercanos influye mucho en
nuestra satisfacción diaria. A veces no nos damos cuenta de esto. Si
siempre trabajamos en el mismo sitio y con la misma gente… no nos
damos cuenta. Es cuando salimos de nuestro entorno de confort,
varíamos de puesto de trabajo, empresa y compañeros que podemos
comparar y percibir las diferencias y sus efectos.
Llego a
casa cada día agotado. Cansado. Sabiendo que no podría dar más
aunque quisiera. Y esta sensación de cansancio se complementa a la
perfección con una felicidad plena. Sabiendo que estoy con y por la
gente correcta. Personas que me aportan al mismo tiempo que se abren
a mis contribuciones.
Ya se
acaba y la verdad que no me sabe ni bien ni mal. Me sabe a una comida
bien saboreada y que ocupa el lugar correcto en la dieta de la vida.
No sé si volveré o no a coincidir en un espacio profesional como el
que acabo de experimentar, pero tengo por seguro que lo que he vivido
me acompañará el resto de mi vida.
Que me
quiten lo bailao’.
¡Gracias
compañeros!