La
mayor parte de mis allegados no conocen muchas cosas que he escrito
en este blog. Sin embargo también hay cosas que me caracterizan, y
todos mis amigos conocen, que nunca dije aquí. Creo que ha llegado
el momento de aprovechar esta semana santa para confesarme ante
vosotros.
Soy
un apasionado de África. Especialmente del África subsahariana. De
hecho, aunque la razón original de crear el blog fue para liberar
pensamientos y compartirlos con más personas, no puedo menospreciar
su uso como herramienta para conocer e interesarme por el continente
negro.
Me
gustan muchas cosas (sé que no es bueno generalizar, pero me vais a
perdonar). Me gusta su música: desde las tradicionales y antiguas,
hasta las más modernas. Me gusta su arte: sigo a varios fotógrafos
africanos y en mi casa hay multitud de artesanía étnica. Me gusta
su historia y política: igual que mucha gente lee todos los días el
periódico, yo además de leer noticias nacionales, hago lo mismo
enfocándome en aquellas relacionadas con África. Por otro lado,
leo/leí biografías de personajes importantes como Mandela o Paride
Tabán.
Desde
que he vuelto a Madrid, me he propuesto centrar la atención, no
tener una visión tan generalizada del continente. Mi sueño es
trasladarme allí algún día así que he comenzado a elegir países
donde mis posibilidades son mayores: países con estabilidad
política, fuerte crecimiento económico, y lenguas oficiales que ya
manejo (inglés y portugués). No creáis que son pocos los países
con estas características!
Decir
que mi sueño es vivir en África siempre le choca a la gente. Tanto
como confesar tener sangre gitana. Muchos me miran como diciendo
"¿África?¿qué se te ha perdido allí?". En general,
tenemos una visión del continente muy parcial, basada en los
anuncios de ONGs o imágenes de telediario. De esa manera, no es
extraño que veamos al continente negro como un lugar de pobreza,
guerra, niños famélicos, y violaciones de derechos humanos. Y es
cierto, todo eso ocurre en África. Pero también ha ocurrido eso en
Europa y ahora tenemos un nivel de vida bastante bueno comparado al
que tenían nuestros antepasados. África esta cambiando, y es muy
diversa. Las malas noticias apenas significan una parte de ella.
Sería
absurdo comparar el nivel de vida de Finlandia para hacerse una idea
del nivel de vida europeo. Y también es absurdo, concentrarse en el
nivel de vida de los refugiados congoleños si queremos coger una
panorámica de la sociedad africana.
África
tiene muchísima riqueza, no solo material, sino también cultural, y
sobretodo potencial: la mayor parte de su población es joven, con
ganas de aprender y trabajar. No sorprende que se hayan duplicado los
lazos comerciales con países como India, Brasil o China.
Todavía
no tengo claro cómo voy a ser capaz de irme allí, o qué trabajo
puedo desempeñar. Pero sí tengo claro que quiero ir. Es algo que me
nace del alma desde que era muy pequeño. A veces dudo si realmente
es un impulso inconsciente, o simplemente de tanto repetirmelo, y
dedicarle tiempo, he hecho que se convierta en una obsesión.
No
sé. Igualmente quiero ir. Y ahora, al final de mi Licenciatura en
Biología, estoy decidiendo que haré después del verano para que en
un futuro próximo me sirva a la hora de marcharme. Agricultura,
enseñanza, sanidad pública...
Ya
veremos. Lo importante es seguir dentro de la vía, y no preocuparse
tanto por las estaciones, ¿no?