viernes, 2 de marzo de 2012

Nacionalismos I. No me tires de la lengua


Cuando mis familiares y amigos me preguntan estos días, qué tal con el catalán, no puedo evitar que me hierva la sangre. De 4 asignaturas en las que estoy matriculado en Barcelona, solo un profesor se ofreció a dar la clase en castellano (preguntó a los demás alumnos antes para confirmar el visto bueno de ellos) teniendo en cuenta que vengo de intercambio y no lo hablo todavía (entre mis prioridades está aprender catalán). Los otros 3 profesores hicieron caso omiso de mi desventaja (al inicio de la primera clase les hice saber que era un alumno séneca de Madrid, y que aún no "controlaba" el catalán) y dan la clase en un idioma que saben no comprendo. Trato de no desanimarme en clase, pensando que como el castellano y el catalán son parecidos lo aprenderé en un mes más o menos, pero me da rabia ver como usan su lengua como vía de exclusión y no como vía de comunicación, haciéndome perder sus explicaciones durante el tiempo que aprenda su idioma.

Ellos ignoran mi traba, e incluso uno de ellos al que directamente pregunté si podía dar la clase en castellano (aunque fuera el primer mes) ya que no había conseguido atender sus explicaciones durante las 4 primeras clases (intenté comprender las clases en catalán antes de pedir que las dieran en castellano), me negó mi petición diciendo "por un alumno no voy a hablar en castellano".... No sabía si reírme o echarme a llorar.

Esta claro que porque dieran la clase en español, no causarían ningún perjuicio a los demás estudiantes. Esta claro que no trato de menospreciar su lengua, ya que siempre recalco el derecho y deber que tienen de hablar el catalán y mi voluntad por aprenderlo rápido. Pero lo que no parece esté tan claro, es que también tienen la obligación (y el derecho) de conocer el castellano, y de que su ética profesional como profesor les debiera empujar a intentar que sus explicaciones y lecciones llegasen a cada alumno de sus clases. Hacer todo lo posible para que tus alumnos aprendan (por supuesto dentro de unos parámetros lógicos) debiera ser la motivación de cada profesor.

Pero aquí no, aquí parece es más importante hablar el catalán que permitir a un alumno de intercambio (en su propio país) atender a las clases de la misma manera que los demás. Es más importante, hacerle saber a ese alumno, que tiene una desventaja, que es diferente, y que va a pagar por ello. Aunque no fuera necesario pagar tal precio.

No sé en que piensan esos profesores cuando me niegan el derecho a seguir sus explicaciones. Tal vez lo que quieren es defender su lengua, que perciba su fuerza y su deseo de que continúe presente en la sociedad, pero no se dan cuenta que así no lo están consiguiendo.

El catalán es un idioma, que claramente no va a desaparecer en un futuro próximo: la escuchas en la tv, en la radio, en la calle, en las escuelas se les enseña a los niños, los anuncios de supermercados y otros rótulos están en catalán... está presente y no necesita que la defiendan de esa manera ante los "extranjeros"!!

Para mantener una lengua, debe existir un valor/motivo por el que hacerlo, y el valor del catalán reside en su aspecto cultural e histórico, pero tratar de mantenerla viva haciéndonos creer que es una necesidad para integrarnos en su sociedad es absurdo y xenófobo. Es un hecho que el catalán no es una lengua necesaria desde el punto de vista comunicativo (en el mundo actual pocas lo son, salvando el chino, el español, y el inglés, contando que con la globalización en un futuro serán incluso menos). Eso no significa que deje de ser importante, pero sí supone una ética a la hora de dirigirse a alguien que desconoce esa lengua minoritaria, ¿qué comportamiento es ese de excluirme simplemente porque no hablo una lengua de una región por la que estoy de paso? Cuando nos niegan el derecho de comunicación de tal manera, lo único que consiguen es una imagen de sociedad cerrada con falta de criterio y asustada ante el mundo exterior. Qué puedo sentir yo, hacia una persona que hablando dos idiomas (oficiales ambos: derecho y obligación de su conocimiento), y sabiendo que no he tenido tiempo de aprender una de ellas, me habla justo en la que sabe no conozco: claramente, me lo tomo como una falta de respeto.

Yo, que he venido aquí tras pasar por varios países; que tengo muchas ganas de conocer el mío y para ello quiero contar con todas sus regiones; que quiero luchar contra los prejuicios nacionalistas que nos dividen; que soy el primero en reconocer las diferencias que nos atañen pero al mismo tiempo pienso que nuestros parecidos son mayores y más fuertes; me he vuelto a topar con personas que no aceptan las diferencias, y prefieren su grupo pequeño y homogéneo, al grupo grande y diverso.

3 comentarios:

  1. Las ideologías son como el juego de la serpiente de Nokia, si sobrepasas el extremo de la izquierda apareces por el extremo de la derecha...
    http://www.youtube.com/watch?v=N5AyT2zDWDo

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    1. jaja menudo video que pones jaja me ha encantado aquella frase de las ideologías ;)

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    2. Buena metáfora Jaime!

      Hola Baston, a mi me encanta Barcelona pero cosas como las que tú cuentas son las que hacen que no me plantee vivir allí como una opción viable.

      Besos!

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