Despierto con la alarma del móvil. Son las 7´30 de la mañana, las 12´30 en España. El motivo por el que despierto a esa hora no es otro, que llamar al banco de nuevo, para solucionar el problema que llevo arrastrando con la tarjeta desde hace más de 3 semanas. Llamo y el oficinista me dice que el director, la persona con la que debo hablar para una serie de trámites que el oficinista denomino hace una semana como "serios", "está ocupado con unas llamadas, yo le digo que te mandé un email"... Nos despedimos, y no puedo evitar una sensación de pesimismo mientras me llevo las manos a la cabeza.
Me voy a la ducha y comienzo a pensar en como organizarme el día: no puedo retrasarme mucho en la redacción de mi pasado curso y para empezar pronto el proyecto, tengo que hacer deporte, quedar con José para que me deje de nuevo dinero... Cuando vuelvo a mi cuarto, abro la ventana de madera,dejando solo al descubierto la parte de cristal, y comienzo a trabajar con el ordenador. De repente, llega el motivo de esta entrada, la limpiadora. Primero, escucho unos toques en la ventana (se puede decir que vivo en una especie "bajo") y veo a una mujer de unos 50 años, con bigote y aspecto risueño. Tras los golpes y mi cara de perplejidad, la mujer me enseña sus dientes de alta coloración amarillenta y noto como empieza a recorrer mi habitación con su mirada. Así es de natural esta mujer, no conoce el término "intimidad" o "privacidad". Incluso suelta una pequeña risa cuando ve unos calzoncillos en mi cama. Y con las mismas se va. Fueron solo 3 minutos, pero me dejo petrificado, no por miedo, sino por lo inesperado que me resulto todo. Pero mi fuerza de reacción es rápida, así que con las mismas, pongo el seguro a la ventana y a la puerta y sigo trabajando.
Una hora después, tras estar escuchando a Lady Gaga gracias al fantástico móvil de mierda de mi vecino gay, vuelvo a escuchar unos ligeros toques en la ventana. No podía creerlo, otra vez la mujer de la limpieza sonriendo e inspeccionando mi habitación, con la misma naturalidad, y con el mismo permiso que sus ojos y posición frente a mi habitación le daban. No pude evitar reírme esta vez. La mujer me hace un gesto de "sal fuera" con la mano, habiendo antes tratado de abrir mi ventana (buen el gesto el mío el de haberla puesta el seguro una hora antes ;) ). Dudé unos segundos, pero tras reconsiderar que sería capaz de hacer esa mujer sino yo no hacía lo que me mandaba, decidí salir. Sí, salí con las chanclas y a medio vestir para a ver a una mujer que no conocía de nada pero que se atrevía a inspeccionar mi habitación y reírse de mis calzoncillos en la cama, solo, porque ella me lo había mandado. Así es el comportamiento de un español ante una mujer brasileña (no importa que porte bigote o no). Me saludó y me preguntó, en un portugués próximo al euskera, de dónde era y si quería ver lo limpia que había dejado la cocina. Sin comentarios. No hace falta decir, que para mí, persona que no le agrada mucho la República en la que vive, y que además, trata de comer y cenar en la universidad porque es mucho más barato y rápido, no le importa lo más mínimo el lugar al que aquí llaman cocinha, y que especialmente en mi República, es famoso por su hospitalidad a la grasa en todos sus rincones. Pero ok, quiero ser respetuoso, y agradecer el interés de esa graciosa mujer hacia mí, así que le contestó que soy español, y veo la cocina: "muito limpa senhora, muito melhor agora que voçê limpo a cocinha". La mujer me sonríe, y atención: ME GUIÑA UN OJO... Tensión. Mucha tensión viví en esos momentos. Volví rápido a mi habitación, cerré el ordenador, terminé de vestirme y con las mismas me fui a la universidad. "A almorzar" le dije a la señora. Es importante decir que eran las 10´30 de la mañana. Pero bueno así es Sao Paulo: aquí las cosas no son como debieran ser, sino como son.
Un saludo a todos, y disfrutar del fin de semana
Jajaja Tu República da para escribir un libro entero de relatos, no podrás negar que vives en un lugar que ayuda a la inspiración literaria.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
no lo puedo negar la verdad jaja
ResponderEliminardisfruta el tuyo tambien!!y gracias por comentar :)
Jajajaja Ehmmm... ¿ y estuvo bien el almuerzo matutino ?
ResponderEliminarjajajaja vaya tela....seguro que pensarías un "EresTú" en esos momentos....jajaja Bueno, eso, y también..."Loreto!" jajajaja
ResponderEliminarY para la próxima, de estrangis, hazla una foto para el bestiario de Tolkien!
Esperada. El almuerzo genial Esperada jeje rutinario pero sano ;)
ResponderEliminarJaime. jaja Resulta que la mujer me la he encontrado por calle, y es que vive y trabaja cerca de nuestra República, así que la tengo cerca por si la necesito (o eso me dice xD).