miércoles, 16 de marzo de 2011

La tarde

El movimiento presente es nulo. Quizás exista, pienso, pero los alrededores me mueven a su ritmo, y creo estar parado. Acampado en una tarde complacida.

Los rayos del sol penetran por el cristal de la ventana, y rompen en un mar de luz, al chocar contra mi piel. Mi cuerpo, se encuentra detenido. Descanso en un sofá cansado que abraza mi cuerpo, como si ello fuera su edredón. El calor provocado por el rey astro, genera una neblina de sopor entre mis ojos. Y respiro...Profundamente, con el cuerpo detenido.

Cuando todo queda inmóvil, cuando los coches deceleran, las pisadas paran, los cubiertos del bar se congelan, los alumnos quedan en silencio, y las agujas del reloj quedan bloqueadas al saltar una alarma muda, me paro y respiro. En esta tarde complacida.

La magia de la quietud no me aprieta como consigue hacer el tedio y la rutina. En su lugar, este silencio calmado, susurra por mis venas limpiándome de agobios y preocupaciones...Y respiro una vez más. Profundamente. Sintiendo el aire entrar, parar, y volver a salir.

Mi visión, que andaba nublada en lo que parecía ser el comienzo de una siesta, vuelve a ser dominio de la Conciencia. Ella que conoce mis deseos, sabe que los momentos presentes, son los que quiero llenen mi vida. Ella quiere que me moje de cada momento. Y este momento, de paz, es uno de ellos.

Respiro brindando mi suspiro a la tarde. Detenida, mi mirada contempla pequeñas motas de polvo flotando en el ambiente. Su movimiento es lento, casi imperceptible. Incluso diría, que su voluntad fue pararse conmigo, pero la inercia del tiempo no se lo permite. Ella pesa más que la cargan que suponen ser. Brillan en el aire. No quieren ser polvo, quieren ser estrellas. Simulan constelaciones , para confundirme, que pida un deseo, y ser así, portadoras de mis sueños...

Pasan los minutos, y no imagino una mejor manera de aprovechar su espacio, que simplemente respirarlos. En esta tarde complacida, complacida de pertenecer a un nuevo día, yo respiro a su ritmo. Vivo al ritmo de la vida, y siento, que me sienta bien.

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