Mi ego es un señor que llevo dentro. Un señor que pretende esclavizarme,hacerme dependiente de la opinión de los demás...no trata de ayudarme para superar mis complejos,para hacerme más libre,sino solo trata de superar a los demás. No quiere ser el mejor en algo,sino sobre algo. Trata de ser el centro de atención siempre,y si no lo consigue, lo achaca a la incapacidad del esclavo que lo porta,es decir,yo. Deriva en frustración y pena por mi mismo. Deriva en los complejos que me visten cada día.
Hay gente que confunde autoestima con ego. Creo que no es lo mismo,y he aquí mi explicación:la autoestima es la confianza en el propio ser para afrontar diversos retos u obstáculos que se presentan a lo largo de nuestra vida. Pero no es permanente ni constante,al igual que los sucesos que nos ocurren con los años: debemos encontrarla, reforzarla y no perderla de nuevo cuando las adversidades nos golpeen una y otra vez. El ego sin embargo,no es la confianza en nosotros,es solo una confianza basada en el éxito,es decir, sin éxito la confianza en nosotros mismos desaparece, ya que depende de algo ajeno que no logramos conseguir.
Como ya dije antes,el ego solo nos impulsa a resaltar sobre los demás: no busca lo mejor de nosotros,aunque a veces lo parezca,busca aquello que nos hace ser admirados entre los demás,porque para él,la superioridad es el éxito absoluto...mucha gente perdió su autoestima,y solo basa su valentía para hacer cosas en su ego,provocándose tremendas depresiones y frustraciones cuando las cosas no salen como nuestro “él” dice que deben salir...
¿Por qué escribo sobre mi ego?Porque lo he reconocido dentro de mí muchas veces. Porque me he visto impulsado por él ,y porque sigue conmigo tratando de confundirme y llevarme una vez más por los caminos que realmente no deseo: no deseo ser el mejor de mi equipo para que me alaben tras el partido;no deseo que mi pareja piense en mi solamente,aunque eso sea lo que a mi me ocurra cuando me despido de ella; no deseo tener más dinero que el otro,para poder demostrárselo llegado el momento; no deseo tener un cuerpo perfecto para que al salir de fiesta, las chicas vengan a mi, mientras los demás mueren de envidia...no deseo nada de eso, quizás mi ego sí,esa parte de mi si,pero no Yo en su totalidad.
Quiero pensar que esa parte de mí, no ocupa más que el resto,y que por tanto, no tiene más relevancia que las demás en mi forma de ser. Cada día busco el momento en que mi ego trata de resaltar y “ordenar” un acto, para así, no dejarme llevar por él. Para poder aprender más sobre el mecanismo de mis sentimientos y mis actos. No quiero que ningún limite interno, me prive de lo que quiero vivir. Pues todos esos “deseos” no me hacen disfrutar de la vida como tal:no me hacen disfrutar del momento.