Imagen de la pelicula "Detachment" sobre problemas emocionales al ser profesor de instituto. |
Ayer me enteré
por un compañero que el rey Juan Carlos había abdicado en favor de su hijo. Fue
una sorpresa tanto para él como para mí que no me hubiera enterado antes. Pero
últimamente con los problemas que está habiendo de conexión y los problemas de
mi batería, me conecto menos.
Es curioso que
siempre que ocurre algo de relevancia política me encuentro fuera del país. Me
he perdido cada una de las elecciones en las que pude votar (2011, 2012, y
2014), el estallido del 15M en 2011, el escándalo de Barcenas (cuando empezó),
y ahora la abdicación del rey. Para alguien como yo, amante de la democracia y
la política, resulta un tanto frustrante.
A su vez, es
gracioso que justo estos últimos días que había dado vueltas al tema del
liderazgo, el que fuera por 38 años jefe del estado, “dimita”.
Todos tenemos que
liderar nuestra vida, pero ciertas profesiones exigen mayor actividad en ese aspecto
que otras. Para mí, ser líder significa guiar y acompañar a un conjunto de
personas hacia un determinado objetivo. Si tu trabajo, como es el de ser
profesor, se basa en liderar a un grupo de alumnos hacia determinados objetivos
académicos (aprendizaje de conocimientos) y sociales (disciplina, respeto, y
orden) y resulta que fracasas en alguno de ellos, significa que no eres un buen
profesor. Un buen líder. El problema, es que a diferencia de las figuras
políticas, los profesores no pueden dimitir o sustituirse constantemente cada
vez que fracasan en su profesión. Lo que genera rencor y apatía en el maestro,
y consecuencias negativas en los estudiantes. En la sociedad.
Estamos hartos de
ver profesores de secundaria tristes y malhumorados. Yo no quería ser uno de
ellos, sin embargo en las últimas semanas me estoy empezando a comportar así.
Mi actitud se está volviendo prepotente y autoritaria. Me jode porque ni quiero
ser así, ni creo que fuese así antes. Pero cuando pienso en las causas de mi
comportamiento reconozco que será difícil mejorar. Ser profesor en un internado
digamos es como ser rey, o médico: lo eres las 24h. Por tanto, las 24h uno
asume el papel de líder, de máximo responsable de un grupo de personas, que en
el caso de adolescentes, constantemente tratan de hacer lo que les viene en
gana poniendo en riesgo los objetivos académicos y sociales del grupo. Sí, los adolescentes
son adolescentes tanto en Somalia como en España.
No es fácil
liderar. Liderar bien. Porque un líder que basa su posición en la prepotencia y
el castigo, no es un líder. Porque un líder que no asume el control de la
situación en los momentos malos, y se distancia de los objetivos marcados, no
es un líder. No ser un líder cuando deberías serlo genera mucho estrés. Has de
servirte de herramientas técnicas y emocionales, y no siempre es fácil.
Volviendo a Don
Juan Carlos, no puedo (ni quiero) decir si fue o no un buen líder: nunca nos
dejaron elegirlo ni compararlo con otros. Estoy en contra de la monarquía
porque considero es antidemocrático (el pueblo debería elegir sus propios
representantes) pero reconozco que a día de hoy valoro mucho más a las personas
que ostentan liderazgo. Valoro su capacidad para nadar entre dos aguas (entre
diversas fuerzas políticas o interés internacionales) para lograr unos
objetivos comunes, y su habilidad de aparecer o desaparecer del panorama social
a su antojo. Cuando pierden ambas capacidades es cuando dejan de ser lideres
para convertirse en títeres o villanos.
No es fácil. Hay
que mantener la autoridad, sin ser autoritario. Ser disciplinado, sin ser
estricto. Ser justo, sin ser vengativo. Destacar en la adversidad, y ser
invisible en la bonanza. Ser humilde.
Ser líder no es fácil,
pero no hay elección para un profesor.
Siempre hay elección... otra cosa es que las alternativas nos gusten menos todavía que el camino marcado...
ResponderEliminarCierto, rechazar liderar una clase sería rechazar ser profesor, y eso me gusta menos que el esfuerzo de liderar :)
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