Puesta de sol en Nairobi. Fuente: uniglobenorthlinetravel.wordpress.com por Mutua Matheka |
Sigo
enviando currículos a empresas y colegios en Kenia. Ahora, como ya he empezado
las clases (preparar lecciones, corregir deberes y test, etc.) tengo algo menos
de tiempo para preparar mis solicitudes de trabajo, pero ahí sigo. Me está
ayudando N, un compañero de la escuela muy bueno en cómo preparar este tipo de
cosas. El me sigue apoyando y aconsejando en esta tarea tan frustrante como es
la de buscar trabajo.
A veces me
dan ganas de tirar la toalla y confirmar mi estancia en la escuela en Somalia
por un año más. Pero luego lo pienso mejor, hablo con N, y me doy cuenta que he
de continuar buscando. Cierto es que en la escuela me siento bien, y no sería desastroso
quedarme un año más. Pero sería desastroso no intentar encontrar mejores
opciones en un país que pueda ofrecerme más retos que Somalia a nivel personal.
He enviado
diferentes solicitudes a distintos institutos y escuelas. Y esta semana, por
primera vez, he comenzado también a mandar solicitudes a empresas. Empresas que
fundamentalmente trabajan con asuntos sociales, agricultura, o economía sostenible.
Nunca lo hubiera pensado, pero estoy solicitando plazas en ventas y puestos
similares. No me gustaban esos puestos en principio pero reconozco que es
totalmente distinto cuando el producto o servicio que vendes tiene un valor
social y ofrece calidad al cliente. Además me gustaría pertenecer a una empresa
que es joven y trata de crecer, y donde se me permite entablar contactos. Creo
que sería bueno para mí ganar ese tipo de experiencia si un día quiero crear mi
propio negocio y emprender.
Mis
motivaciones principales para buscar trabajo en Kenia por tanto es ganar
experiencia profesional (ya sea en escuelas o en empresas sociales) y experiencia
personal. Sin embargo, ya no espero reforzar mi relación con K.
Mis 10 días
en Nairobi en casa de K fueron relativamente bien. A pesar de la falta de
intimidad que tuvimos los primeros 5 días debido a que dos amigas suyas se quedaron
con nosotros en la misma habitación, y su ocupada agenda (clases y trabajo), me
encanto poder verla de nuevo. Cuando por fin sus dos amigas se marcharon, y
pudimos estar 5 días juntos con más privacidad, fue genial. Me encanta estar
con ella, y ella también parece estar encantada conmigo. Sin embargo, tuve
algunos problemas con ellas por el tema de los celos (de ambos), y luego por su
falta de tiempo y espacio conmigo. Antes de regresar a Somalia descubrí fotos
de ella y su expareja, a quien conocí el primer día que llegue a Nairobi y ella
no me dijo nada, lo que me produjo un sentimiento de desconfianza. Me cabree
con ella, pero luego decidí dejarlo correr y pasar mi última noche con ella en
paz. Hablamos de nuestra relación una vez yo volviera a Somalia, y ella pareció
estar muy segura de querer seguir adelante.
Bien, una
vez más, aquí en Somalia no hablamos mucho. Cuando ayer la pregunte como ve
nuestra relación desde que volví, se enfadó conmigo y radicalmente quiso
romper. Me jodio. Todo el esfuerzo que he hecho por demostrar lo que siento y
quiero con ella, aceptando su falta de disponibilidad, sus secretos, su forma
de actuar con otros chicos cuando yo estoy delante… Y ahora es ella la que
decide debemos romper esta relación porque tengo dudas. Como si nuestra situación
fuese tan fácil que las dudas sobrasen.
Estoy
triste. La chica me gusta un montón, y me esforcé (todavía me estaba
esforzando) por tener algo con ella. Ahora solo me queda mi trabajo actual en
la escuela, y oportunidades futuras en Kenia como motivaciones. En el plano
personal ando igual que cuando llegue.