domingo, 22 de febrero de 2015

La duda me espera en Nairobi

Fuente: www.elle.es
Bueno, ya he comprado los billetes para Nairobi. Vuelo a allí el próximo sábado y me quedaré en la ciudad por 10 días.

Reconozco que en principio andaba muy entusiasmado con volver a Nairobi y pasar unos días con K, la chica que conocí en mis vacaciones de navidad. Sin embargo con el paso de los días reconozco que me está entrando cierto miedo debido a nuestra falta de contacto recientemente y su actitud distante.

Resumiendo, K y yo nos conocimos en la noche de latina de Nairobi (como no podía ser de otra forma conmigo xD) bailando bachata y salsa. Me encantó desde el primer momento que la vi entrar en la sala de baile, y de hecho fui yo quien tomó la iniciativa pidiéndola bailar varias veces, y luego preguntándole a mi compañero de viaje sino le importaba cambiarnos a la mesa donde ella y su amiga estaban. Tras el baile latino, fuimos a una discoteca, y aunque su amiga no paraba de “buscarme” con ciertos bailes eróticos, y ella se fijaba en mi amigo (quien como buen americano no paraba de “arrimar” por detrás), yo tenía claro que ella era quien yo quería. Nos marchamos a los pocos días pero mantuve el contacto y cuando regresé a Nairobi la pedí que me hospedase por 4 días hasta fin de año, y fue genial. La chica me encantó a pesar de algunas confusiones a nivel emocional que ella estaba pasando. La noche de fin de año no fue muy buena porque de nuevo mi amigo y ella bailaron, a mi entender, excesivamente juntos... Pero en general he de decir que regresé a Somalia con ganas de volver a verla. Y así me lo hizo entender ella también.

Una vez de vuelta en Somalia, hablábamos casi todas las noches. Me hacía entender lo mucho que me echaba de menos y me decidí a buscar trabajo allí. No lo he encontrado todavía, pero voy a gastarme el salario de enero, febrero y marzo para ir a verla 10 días a Nairobi. Creo que queda claro lo que ella me importa. Sin embargo, en las últimas semanas casi no habla conmigo (solíamos chatear por la noches) si comparo con enero. Tuvimos dos pequeñas discusiones (una sobre la circuncisión que ya escribí en el blog, y otra sobre su forma de bailar con mi amigo y me encuentro con otra chica en Kenya durante las navidades), y no la veo tan entusiasmada por mi viaje como esperaba. De decirme todos los días “te echo de menos”, ha pasado a no hablar casi, y eso me activa las experiencias negativas que tuve con otras chicas. Me dice que ahora habla menos porque anda pasando un momento difícil (no la gusta su trabajo y tiene problemas de dinero para pagarse los estudios), pero quiere que vaya a verla, aunque no cree tenga mucho tiempo para mí. No sé.

Ayer la dije claramente que me gustaría me dijera si hay algún problema entre nosotros. No es la primera vez que conozco a una chica, me dice al principio lo mucho que la gusto, lo mucho que me echa de menos, etc etc Y cuando decido hacer un esfuerzo por ella, a nivel económico o emocional, resulta que ha perdido el interés por mí o simplemente ha conocido a alguien que le gusta más sin haberme dicho nada. Me ha causado mucho dolor ese tipo de situaciones hasta el punto de costarme confiar en nuevas chicas que me gustan. Cada vez que una chica me expresa lo mucho que la gusto, una luz se enciende en mi cabeza diciendo “no la creas, te la van a pegar otra vez”.

Ayer se cabreó conmigo tras leer lo que la dije. Me contestó que anda pasando por un mal momento y yo solo pienso en mí. Que no la comprendo. Que desconfío de ella.... Me dijo también que una amiga suya se ha quedado sin casa y posiblemente se quede en la suya durante esos 10 días que yo voy a visitarla. Yo ya no sé que pensar. Me dice que no tendrá tiempo de salir conmigo, pero en facebook veo fotos de fiesta con sus amig@s, y un tío escribiéndola comentarios a cada rato.


No sé si hago bien en desconfiar,, o si tal vez mi mente y experiencias anteriores me están jugando una mala pasada a mí (y a ella). Me encantaría que esos 10 días fueran la oportunidad para conocernos mejor y disfrutar del tiempo que no tenemos juntos, pero confieso que me asusta la idea de haberme gastado 2 sueldos en un vuelo donde todavía el suelo es resbaladizo.

lunes, 16 de febrero de 2015

Broncas

Fuente: www.coyunturaeconomica.com
El otro día tuve un encontranazo con el director de la escuela, que me ha hecho apoyar la idea de marcharme de aquí a final de curso.

El director de la escuela es un hombre cercano a los 40 años. Es bajito, calvo y muy enérgico. Me cae bien porque se le ve muy entusiasmado por su trabajo, y cuando está en la escuela las cosas funcionan mejor. Se tira medio año fuera (o más), para recaudar dinero (donaciones, patrocinadores...) y apoyar a los estudiantes que andan en universidades fuera de Somalia.

Sin embargo, también hay a gente que no les cae tan bien debido a su posición de jefe y malas formas en ciertas ocasiones. Una de ellas me toco vivirla a mí.

Se le conoce por ser muy ambicioso y competitivo. Yo también lo soy. No me gusta perder, y reconozco me cuesta aceptar mis errores. No tanto reconocerlos delante de los demás, sino aceptarlos de buenas formas. Suelo enfadarme conmigo mismo y con mis compañeros de equipo si no estamos haciendo las cosas bien. Fuera del deporte, me cuesta incluso perdonar. Pero no creo que lo suela pagar con los demás, o sea irrespetuoso.

El pasado jueves jugábamos un partido de baloncesto los profes contra los estudiantes, y el director era el arbitro. Los estudiantes, como siempre, comenzaron a jugar muy agresivos . Especialmente con un compañero que mide 1,90cm y tira muy bien desde fuera, y conmigo que soy el base y he jugado durante años. Ellos sabían perfectamente a quienes tenían que parar y así lo demostraban. Codazos, manotazos, empujones... Llegué a sangrar del labio por culpa de mi defensor que no paraba de instigarme. Yo obviamente me quejaba al director para que empezara a pitar faltas y parase ese tipo de juego. Él no aceptaba mis protestas y se cabreaba cuando se lo decía. En ningún momento pensé que le estaba protestando de mala manera o en exceso. El partido lo íbamos ganando por más de 16 puntos arriba, pero yo veía que no podría seguir a ese ritmo porque no teníamos cambios y los estudiantes cada vez nos defendían peor. Finalmente, comenzaron a remontarnos y en una de las tantas veces que me empujaron perdí el control del balón y me pitó falta técnica porque pensó estaba fingiendo.

Comenzó a gritarme muy enfadado, a ridiculizarme delante de la escuela diciendo que lloraba como un bebe, etc. Yo no le hice ni caso, pero reconozco que me sacó mentalmente del partido. Quedaban 10 minutos y los estudiantes nos pasaron en el marcador. Perdimos el partido por 2 puntos. El director se acercó a mí tras acabar el partido y yo le dije que no quería hablar con él tras haberme faltado el respeto. En qué momento le dije aquello!! Se puso a gritar como un loco diciendo “Fuuuuck you Daniel, go away with your fucking science, I can teach it for you” (soy el profe de ciencias). Todo el mundo alrededor se quedó en shock con su reacción. Yo mientras me iba de la cancha, y él alrededor gritando y provocándome. Finalmente me di la vuelta y le dije que no era capaz de aceptar cuando un jugador no está de acuerdo con su manera de arbitrar. Tuvo que venir un compañero a separarle de mí. Fue ridículo lo ocurrido. Especialmente por el triste espectáculo que dimos (no era mi intención ser parte de ello) a los estudiantes.

Unas horas más tarde dos profes vinieron a hablar conmigo. Me dijeron que no compartían la actitud del director, le pedirían que se disculpase, pero posiblemente yo también tendría que reconocer parte de la culpa para que se disculpase. ¿Culpa de qué? En ningún momento le falté el respeto como él hizo conmigo. Hablé con algunos estudiantes que estuvieron ahí, y estaban de acuerdo conmigo. Al día siguiente vino el mismo director a hablar a mi cuarto, junto con otros dos compañeros: basicamente se disculpó por su actitud afirmando que yo le provoqué. Yo no estaba de acuerdo, pero acepté poner de mi parte para que no volviera a ocurrir nada por el estilo. Luego por la noche, en una asamblea con los estudiantes, dijo que los dos nos arrepentíamos de lo ocurrido (cosa que es verdad, aunque yo sigo sin creer que provocase nada), y que esa no era la imagen que queríamos darles. Dijo que es importante saber ganar y perder.


En fin, que no me gustó lo que ocurrió, y además me hizo responsable del percance. Por mi parte, trabajaré con el mismo esfuerzo e ilusión hasta final de año, pero si encuentro otro trabajo para el año que viene, mejor que mejor.

martes, 3 de febrero de 2015

Choque genital de culturas

Campaña para promover la circuncisión masculina en África. Fuente: caregiverintl.net

Desde que escribí mi última entrada he vuelto a hablar con mi jefe sobre la idea de quedarme o no el año que viene en la escuela. Él ya daba por sentado que me quedaría, así que le comenté dejase de pensar de esa forma (y de divulgarlo a los compañeros) puesto que todavía no lo tengo claro. La escuela todavía me gusta (a pesar del inmenso trabajo diario) y los compañeros este año son geniales (parte de los cuáles renovará el año que viene) sin embargo considero que si elijo quedarme sin haber mirado otras opciones puede que me arrepienta. Lo mejor es buscar siempre lo mejor (valga la redundancia), y para ello no puedo aceptar lo primero que salga.

Inmediatamente me puse a mandar curriculums a diferentes colegios en Kenia. Sí, todavía quiero ser profesor durante un tiempo. Y sí, elijo Kenia por la bonita experiencia que viví en navidad allí, y por la chica que conocí.

Lo de esta chica suena un poco loco pero me gusta hasta el punto de querer mudarme. Solo nos conocimos por dos semanas, pero conectamos fuertemente. Desde que regrese a Somalia hablamos a diario. Aunque hemos tenido alguna confusión en general todo bien. Yo nunca pensé que se pudiera mantener o iniciar una relación sin el cara a cara, pero de momento he de reconocer que sino fuera por internet esto se habría acabado desafortunadamente.

Hoy me gustaría hablar de una de las confusiones (o la única) que hemos tenido. Bueno, más bien de como las diferencias culturales pueden afectar una relación. Concretamente, la parte sexual de una relación (sí, ya era hora de sacar el tema del sexo, lo echaba de menos xD).

Ayer mientras chateábamos comenzamos a hablar de sexo: de afinidades, gustos, … de repente sacó el tema de la circuncisión (masculina). Me preguntó que pensaba al respecto. Si he considerado circuncidarme (como podéis imaginar, no lo estoy). Me quede a cuadros. La respondí que igual que no apoyo la circuncisión femenina, tampoco la masculina. Discutimos un rato.

El valor cultural que en África y otras regiones (países musulmanes e Israel) tiene la circuncisión masculina es inmenso: es signo de pureza, limpieza y madurez. En el continente negro si no te circuncidas cuando llega el período de la adolescencia, significa que todavía eres un niño. No tienes valor. Se te ve como impuro, sucio... Queda feo. Con el caso de las niñas pasa algo parecido, pero tras las secuelas que deja, y las atrocidades cometidas (especialmente en Somalia) ha habido una gran campaña internacional para parar esa costumbre. Con los niños (hombres) no sucede lo mismo.

De hecho hace poco leí como una mujer en Ghana había denunciado a su marido (quien tenía otras esposas e hijos) por no estar circuncidado, teniendo este que someterse a un juicio comunitario y pasar por el rito que los niños pasan respectivamente. Imaginaos su vergüenza.

Bien, volviendo a esta chica y su indirecto mensaje sobre la circuncisión, obviamente al principio me lo tome a broma. Luego comenzó a decirme que no se siente segura (confidence) cuando el chico no está circuncidado, que si creía era más limpio, que si queda más bonito... De hecho me dijo que no practicaría sexo oral si el pene no esta circuncidado. Me jodió (especialmente lo último xD). ¿Acaso he de cortarme el pene simplemente para que ella se siente mejor? No es como cortarse el pelo!! Le hice saber mi malestar, y enseguida se retractó. Me dijo que realmente no le importaba y daba igual. Pero la ofensa ya estaba ahí.


No quiero culparla por cómo piensa porque en parte se debe a la cultura en la que se crió. Creo que está abierta a cambiar y aceptar que no hay motivos médicos o higiénicos por los que circuncidarse. Pero el hecho de saber que no le gusta una parte de mi por un mero hecho cultural, me fastidia. Sé que posiblemente me sienta incomodo la próxima vez que nos veamos, y puede que sea un limite para nuestra relación. De hecho me cuestiono si tal vez no fuera mejor circuncidarse y aceptar la cultura en la que ahora me desenvuelvo, pues querría quedarme unos años por África y no quisiera tener desencuentros.