jueves, 8 de mayo de 2014

Balance negativo

Mujeres somalíes en el mercado. Fuente: www.genderconcerns.org
Lo que peor llevo de estar aquí es la distancia entre hombres y mujeres por culpa del Islam. Es exagerado. Como hombre, no las puedo tocar (ni siquiera si se caen al suelo y se hacen daño), no debería hablar con ellas de temas triviales. Solo temas relacionados con las clases, y si puede ser, solo en clase.

En clase están separados: a la izquierda los chicos, y a la derecha las chicas. Puedo contar con los dedos de una mano las veces que les he visto hablar juntos en clase, aunque fuese solo para debatir un ejercicio. Ni siquiera cuando los profes organizamos una actividad extraescolar pueden participar las chicas, si es profesor el organizador; o los chicos, si es profesora.

Afortunadamente, como aquí que la mayoría de los profes somos occidentales, rige una cierta libertad rebelde, dejándose de cumplir algunas normas (lo que ha traído problemas de cara al exterior). Pero si vas a la ciudad, notas claramente lo absurdo del machismo: las mujeres nunca van con los hombres, y si te encuentras a alguna alumna ni siquiera se acercan a saludarte. Las mujeres son el 50% del mundo por favor!! no somos tan diferentes!!Imagino que también habrá lugares cristianos con climas similares, pero me alegra saber que en la mayor parte de occidente la sociedad se ha puesto en pie y ha sido capaz de cuestionar y poner a un lado la religión respecto a los derechos de los ciudadanos (tras muchas muertes eso sí). Porque aquí, no ser musulmán es de las peores cosas. No creer en el Corán significa que lo pones en duda, y eso es una blasfemia ofensiva.

Muchos me dirán que mi triste visión del Islam es causa de vivir en Somalia, donde rige la sharía (ley islámica). Yo les pregunto ¿qué sucede en Qatar? ¿en Arabia Saudí?, ¿en el norte de Nigeria?, ¿en Irán?... Por no hablar de Afganistan o Siria.

El Islam significa sumisión según el Corán. Especialmente de la mujer, a mi parecer. Se las compara con los niños y otras pertenencias materiales. Me parece depravado que los hombres puedan casarse con niñas (Mahoma se casó con una niña de 9 años, por tanto, no es un acto deplorable, sino aceptado y valorado), o que las mujeres hayan de cubrirse enteras, unicamente dejando sus ojos libres, mientras que los hombres no. Hace falta que la gente cuestione el Corán, y que apoyemos a los activistas musulmanes que ya han comenzado la lucha.

Por otro lado, para no solo hablar de la religión, reconozco que vivir 24h en el mismo lugar, con la misma gente, y pasar tanto tiempo con los alumnos, puede traer problemas de convivencia. Básicamente porque somos seres humanos y nos satura la rutina. Para romperla, a veces podemos “provocar novedades” que encima destruyen las buenas relaciones ganadas anteriormente.

De momento yo me siento bien, pero ya veo a muchos de mis compañeros malhumorados y apáticos por causa de ese estrés de la convivencia. Además del intenso trabajo de las clases. Ser profesor, como cualquier otro trabajo con personas y no con objetos, aporta una carga personal adicional (malos comportamientos, protestas cuando suspendes a alguien, preguntas a cada momento, planificación de clases acorde al nivel de los grupos...). Además, son adolescentes, nosotros, profesores muy jóvenes. No me extraña que muchos estén deseando la llegada de profesores nuevos, o poder viajar cuando lleguen las vacaciones.


Por último, tengo que reconocer que las condiciones aquí no son muy buenas. Cierto que es lo que menos me preocupa, pero es un plus adicional a la carga diaria. Que la comida no sea variada (mucho arroz y pasta, que solo sube los niveles de azúcar y nos deja sin defensas), que el internet falle cada dos por tres, o que a veces falte electricidad o el agua (hoy me tuve que lavar con botellas de plásticos), puede llegar a molestar cuando llevas unas semanas por aquí.

2 comentarios:

  1. Tiene que ser duro ese choque cultural, aderezado con algo de hipocresía... ánimo!

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    1. Es duro sí, especialmente para alguien como yo que creció rodeado de mujeres, por tanto os tengo un aprecio y respeto profundo.

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