martes, 21 de diciembre de 2010

Hijos del orgasmo 2

B. Quizás tengas razón y sea egoísmo. Quizás solo le quiera para mí... No creo que sea el miedo de que al acostarse con alguien pueda dejar de quererme, aunque es evidente que muchas veces pasa. El sexo con ella podría ser el fin de mi historia con él,y el principio de una nueva con ella... No sé, puedo parecer incoherente, yo que siempre reivindico la libertad individual... Es más, pienso que cuando ambos miembros de la pareja se sienten libres para actuar, cuando no pierden su individualidad al formar parte de una familia o pareja, esa relación funciona. Nunca al revés. Pero aun así, sé que no estoy preparada para dar rienda suelta a que mi chico se acueste con otras. Me dolería mucho...
A. A mí también. Pero no debería ser así. Si el amor es la base de las relaciones de pareja sanas, el sexo esporádico fuera de la relación (bajo el marco de la responsabilidad) no debería ser prohibido por ninguno de los dos. No deberíamos tratar de controlar (directa o indirectamente) las actividades de nuestra pareja. "Quiero estar con alguien que venga a mí, que tenga libertad para quererme o dejarme, y si me elige, compartamos el tiempo juntos"... Pero sí, es difícil intentar esto, porque verle con otro me causaría dolor...¿de dónde viene ese dolor?¿es cultural?¿es fisiológico?si es cultural, podemos luchar contra él si vemos que no es justo para nosotros (por hacernos sufrir sin motivo) y para nuestra pareja (porque es motivo de la barrera que imponemos para mantener la relación, e incluso si él/ella la rompiese, podría ser la razón por que la que nos lo ocultaría...un engaño, el autentico motivo por el que podría sentirme dolido por la persona a la que quiero y deposito mi confianza)
B. No sé de donde vendrá ese dolor...me gustaría saberlo, pero no sé si querría luchar contra él... es difícil lo que planteas...
A. Hay dos tipos de dolor: el inevitable y el innecesario. Si el dolor, como dije, es cultural, es un dolor innecesario y aprendido, que igualmente podemos desaprender (simplemente reconociendo que su razón de ser es ilógica) para liberarnos de él. Quizás también tengamos miedo a abrir los ojos, despertar, y ganar una libertad desconocida...

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