Como dijimos en la anterior entrada, en
Somalia no encontramos diferentes tribus, sino diferentes clanes
dentro de la etnia/tribu somalí. Es decir, aquí todos los somalíes,
sea en Somalia, Etiopía (regiones de Haud y Ogaden) y , Djibuti o
Kenya (esta amplia distribución alimenta el ideal pansomalí de
crear un día una gran somalia que albergue todos los territorios
donde existen somalíes) todos hablan el mismo idioma, el somalí, y
sus costumbres son tremendamente similares. Lo que diferencia a unos
clanes de otros son los lazos familiares: los ancestros. Así, cuando
dos somalíes se presentan, lo primero que hacen es nombrar sus
apellidos ancestrales y tratar de reconocer si la otra persona
pertenece a su mismo clan, a un clan amigo, o a uno enemigo.
El pueblo somalí se caracteriza por
ser nómada (exceptuando las zonas fértiles de los ríos Jubba y
Shebelle) debido a la áridez del clima, que desfavorece la
agricultura y alienta a la ganadería (cabras, camellos y ovejas
árabes) y mercadeo. Pero a pesar del continuo movimiento, podemos
diferenciar regiones donde están concentrados unos clanes más que
otros. De esta forma, buscando una relación política y étnica a
los conflictos en Somalia, vemos como Somaliland (región nordeste
donde vivo) que se autoindependizó en 1991, es mayoritaria del clan
Isaaq; el noroeste, la región autónoma unionista de Puntland es
mayoritariamente Darod; y bajando al ecuador, cerca de Mogadishu,
encontramos al clan Hawiye y clan Rahanweyn. Existen más clanes
(Dir, Digil...), pero esos 4 son los más importantes y en torno a
los que gira la vida política, por más que se haya tratado de
desvincularla de los lazos entre clanes.
Principales clanes somalies. Fuente: www.somalinet.com |
Las divisiones territoriales entre
clanes quedó vinculada a las divisiones políticas desde la e´poca
colonial. Así, Djibuti pertenecía a Francia, Somaliland a Gran
Bretaña, el sur de Somalia a Italia, y las otras regiones donde
habita el pueblo Somalia quedaron repartidas por el Imperio Etíope y
Kenya (en aquella época, colonia británica también). Tras la
segunda guerra mundial, Inglaterra se hace con el control de la
Somalia italiana en represalia al régimen de Mussolini. Pero más
tarde, en 1945, les es devuelto la colonia bajo tutela de la Liga de
las Naciones, y con promesa de otorgar la independencia en un plazo
de 10 años.
En 1960, Somaliland obtiene la
independencia de Gran Bretaña, y 4 días más tarde la obtiene
también la Somalia italiana. Ambas firman un tratado de unificación,
y animan el espiritu pansomalí, a pesar de que Djibuti votó en 1958
en referendum por el No a la unificación (bajo tejemanejes de
Francia) continuando como colonia gala hasta 1977, y la falta de
intención de Etiopía y Kenya de entregar a Somalia los territorios
donde habitan pueblos somalís.
En 1969 el general Siad Barré dió un
golpe de estado haciéndose con el poder en Somalia, tras 9 años de
democracia. Fue un régimen socialista autoritario, ligado
inicialmente a la URSS y posteriormente aliado de EEUU tras la guerra
con Etiopía por las regiones de Haud y Ogadén en la que URSS apoyó
al régimen etíope. La derrota con su eterno vecino cristiano, y una
fuerte crisis económica, añadiendo las torturas y falta de
libertades, llevó a la creación de enemigos del régimen dentro de
las fronteras. Facciones políticas ligadas en su mayor parte a la
pertenencia de clanes y posición territorial. De todos los grupos, 3
fueron muy importantes: el Movimiento Nacional Somalí (SNM, clan
Isaaq, posicionado en la Somaliland ex-británica), el Frente Somalí
de Salvación Democrática (SSDF, clan Darod, subclan Majerteen, al
nordeste en la región de Puntland) y el Congreso de Unidad Somalí
(UCS, clan Hawiye, zona centro).
Todas tenían como nexo derrotar
al régimen de Barré (del clan Marehan). A pesar de algunos intentos
de coalición, nunca hubo ningún pacto o unión entre los grupos
opositores a la dictadura. Tales diferencias fueron las razones de
que una vez el régimen cayera en 1991, se desatará una guerra entre
los diferentes grupos disputándose el vacío de poder. Un auténtico
conflicto entre señores de la guerra ligados a sus respectivos
clanes que condujo a una anarquía política, y una mayor división
del pueblo somalí.