lunes, 21 de marzo de 2011

¿Los ciclos de la vida como acaban?







Hay días en los que te sientes pequeño, indefenso. Solo quieres que lleguen unos inmensos brazos de cariño, y te acojan en su seno. Todo lo ves gris. De todo el mundo quieres un gesto de aceptación. Sientes no estar en "tu" lugar. No haberlo encontrado, tras tanto tiempo de búsqueda, y trabajo "cavando" ese espacio. Notas que las paredes se vienen abajo. Que el mar tira el castillo de arena donde mecías tu vida. Crees estar en una montaña rusa, donde nada va a tu ritmo. Donde la dirección que te propusiste, es la contraria al resto de vehículos/personas. Donde las expectativas personales, son más poderosas que tu capacidad de superarlas.

Hay días en los que te sientes grande, fuerte. En los que quieres abrazar. Ayudar a aquellos que en tu cercanía notas bajos de ánimos. Te sientes realizado, y piensas es causa de tu buen hacer. De tus buenas decisiones en el pasado, de tu trabajo y esfuerzo por mantenerte a flote. Ves en los demás, amistades futuras, amores en potencia, y gracia en sus andares. La elegancia viste tus pasos. Quedas con los que sienten un vacío en su existencia, porque te crees con el poder de transmitir parte de tu positiva energía. La gente te halaga, y no pueden evitar sentirse mejor en tu presencia, lo que aumenta más tu bienestar personal.

Hay días en los que soy consciente de estos ciclos. Y pienso si el sabor de mi muerte, llegado el momento, dependerá de la suma de los mismos. Si conseguiré lograr un resultado positivo, o al menos neutro...Pienso, sino será ni una suma ni una resta. Si será como los demás momentos, en los que el sabor depende del ciclo en el que me encuentre sin importar nada de lo que hice o quisiera hacer...

En ambos casos, cruzaré los dedos jeje saludos!

miércoles, 16 de marzo de 2011

La tarde

El movimiento presente es nulo. Quizás exista, pienso, pero los alrededores me mueven a su ritmo, y creo estar parado. Acampado en una tarde complacida.

Los rayos del sol penetran por el cristal de la ventana, y rompen en un mar de luz, al chocar contra mi piel. Mi cuerpo, se encuentra detenido. Descanso en un sofá cansado que abraza mi cuerpo, como si ello fuera su edredón. El calor provocado por el rey astro, genera una neblina de sopor entre mis ojos. Y respiro...Profundamente, con el cuerpo detenido.

Cuando todo queda inmóvil, cuando los coches deceleran, las pisadas paran, los cubiertos del bar se congelan, los alumnos quedan en silencio, y las agujas del reloj quedan bloqueadas al saltar una alarma muda, me paro y respiro. En esta tarde complacida.

La magia de la quietud no me aprieta como consigue hacer el tedio y la rutina. En su lugar, este silencio calmado, susurra por mis venas limpiándome de agobios y preocupaciones...Y respiro una vez más. Profundamente. Sintiendo el aire entrar, parar, y volver a salir.

Mi visión, que andaba nublada en lo que parecía ser el comienzo de una siesta, vuelve a ser dominio de la Conciencia. Ella que conoce mis deseos, sabe que los momentos presentes, son los que quiero llenen mi vida. Ella quiere que me moje de cada momento. Y este momento, de paz, es uno de ellos.

Respiro brindando mi suspiro a la tarde. Detenida, mi mirada contempla pequeñas motas de polvo flotando en el ambiente. Su movimiento es lento, casi imperceptible. Incluso diría, que su voluntad fue pararse conmigo, pero la inercia del tiempo no se lo permite. Ella pesa más que la cargan que suponen ser. Brillan en el aire. No quieren ser polvo, quieren ser estrellas. Simulan constelaciones , para confundirme, que pida un deseo, y ser así, portadoras de mis sueños...

Pasan los minutos, y no imagino una mejor manera de aprovechar su espacio, que simplemente respirarlos. En esta tarde complacida, complacida de pertenecer a un nuevo día, yo respiro a su ritmo. Vivo al ritmo de la vida, y siento, que me sienta bien.

miércoles, 2 de marzo de 2011

...."¿estás,o no estás?!"

Desperté en clase con el aplauso que broto hacia el conferenciante. Una vez en mí, me dí cuenta que había desatendido durante una hora la charla que aquel tipo de no sé donde, que iba a dar sobre no sé qué. No era que me desinteresase aquello, era simplemente que no podía mantener mi atención en ello.
Últimamente, me costaba concentrarme. Miento, me pasa desde que nací. Siempre he sido muy despistado, y me cuesta mucho centrarme en algo. Aún así, aquí ando, terminando mi licenciatura y especializándome en una de sus ramas científicas. Me jode. Podría "aprovecharme" más de tener más control sobre mi mente. Control sobre la energía que ella malgasta de mí.
Lo interesante de mis faltas de concentración es que van por rachas. No quiero decir que unas veces estén y otras no, siempre han estado. Lo que varía son los pensamientos es lo que se evaden.
Tengo temporadas en los que me evado pensando en viajes futuros. A veces tambien al pasado. Otras veces, me despisto en ideales políticos, crisis internacionales, sociedades primitivas... Muchas otras, quedo anonadado en sueños que hablan de mi próxima vida profesional "acabaré haciendo esto...o aquello...por qué no me atrevo a eso otro?...".Y los peores pensamientos que me evaden de lo que estoy haciendo, las mujeres ;)
El problema de todo ello, no es que no sean importantes esos pensamientos, no es que no quiera dedicarles tiempo. Es que no saben esperar su momento. No dejan que cuando decido hacer algo, invierta toda mi energía en aquello que he decidido hacer. En su lugar me roban un 20%-30% de la energía que puedo ofrecer a mi asunto. Luego cuando ya tengo tiempo para "ellos", no les gusta aparecer.
Si estoy de viaje, pienso en mi familia, mis amigos...Cuando estoy con ellos, pienso en hacer algún viaje nuevo. Si ando trabajando en algo de la universidad pienso qué hacer ese fin de semana con mi chica, y cuando llega el día y quedo con ella, se me mete en la cabeza lo que no hice durante la semana cuando anduve en la facultad. Me frustra darme cuenta del poco control que tengo sobre mí.

Ojalá me quitará la mala costumbre de "estar" siempre en más de un lugar a la vez. Desearía ofrecer todo lo que tengo en mí, a las personas y actividades que hago al cabo del día. Me gustaría ser yo quien decida donde gastar el 100% de mi energía. Por algo es mía. Quiero ser más efectivo. Quiero reconocer como mío todo lo que hay en mí, ser totalmente responsable de mis actos y mis pensamientos...